El departamento del Putumayo se encuentra conmocionado tras conocerse el atentado contra uno de sus empresarios más reconocidos en el sector fluvial. Juan Carlos Latorre, de aproximadamente 55 años y oriundo de Villeta (Cundinamarca), pero ampliamente vinculado al desarrollo logístico del Putumayo, fue atacado a tiros este lunes en el centro de Leticia (Amazonas), cuando salía del hotel donde se hospedaba.
Según los primeros reportes, dos hombres armados abrieron fuego contra Latorre, impactándolo en varias partes del cuerpo, incluyendo la cabeza. Aunque fue trasladado de urgencia a un centro médico de Leticia, su estado es crítico y el pronóstico, reservado.
Implicaciones
El ataque no solo ha generado alarma por la violencia del hecho, sino por sus implicaciones directas en el sistema de transporte de combustibles en el sur del país, especialmente en el tramo fluvial entre Puerto Asís y Leticia, del cual Latorre era un actor clave.Un pilar del transporte fluvial en el Putumayo
Durante más de ocho años, Juan Carlos Latorre lideró operaciones logísticas entre Putumayo y Amazonas, garantizando el abastecimiento de hidrocarburos a través del río Putumayo, una arteria vital para la economía de la región. Su empresa coordinaba el transporte de combustible desde los centros de acopio en Puerto Asís, zona estratégica en el suroccidente colombiano, hasta las comunidades más apartadas del Amazonas.
A balazos
Según fuentes del gremio, su trabajo permitió mantener activa una red de distribución que suple a municipios que dependen enteramente del transporte fluvial para recibir gasolina, ACPM y otros productos derivados del petróleo.
“El nombre de Juan Carlos es bien conocido entre los capitanes de lancha, los proveedores y los comerciantes del bajo Putumayo. Era un hombre serio, comprometido con su labor, que nunca se involucró en cosas turbias. Atentar contra él es un golpe a toda la cadena logística de nuestra región”, afirmó un líder gremial desde Puerto Asís.
Aunque el atentado ocurrió en Leticia, su impacto se siente de manera directa en el Putumayo. Las empresas que operan en la zona han manifestado su preocupación por la seguridad de sus representantes y por el posible recrudecimiento de presiones ilegales sobre el transporte fluvial. Cabe recordar que el río Putumayo es una vía estratégica, pero también una zona de alta presencia de grupos armados ilegales y redes de contrabando. Algunos analistas no descartan que el ataque esté relacionado con intereses criminales que buscan controlar rutas de abastecimiento de combustible y de tráfico ilícito en la región.