Verónica Alcocer regresa a Colombia en medio de la polémica por su inclusión en lista Clinton

La ex primera dama aterrizó en el país tras semanas de ausencia en el exterior y cuestionamientos por su presencia en el listado emitido por Estados Unidos.

Bogotá, 16 de diciembre de 2025 — Verónica Alcocer, quien fue incluida junto al presidente Gustavo Petro y otros miembros de su entorno en la denominada “lista Clinton” del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, regresó sorpresivamente al país luego de permanecer varias semanas fuera de Colombia.

La medida estadounidense, que coloca a personas y entidades en un registro de sancionados por posibles vínculos con actividades ilícitas, había generado una serie de obstáculos tanto logísticos como financieros para Alcocer, cuya permanencia en Europa había sido foco de críticas y especulaciones en medios nacionales e internacionales.

Aunque aún se desconocen todos los detalles oficiales sobre las gestiones que hicieron posible su retorno, medios locales aseguran que hubo movimientos desde la Casa de Nariño para facilitar su entrada al país. Hasta el momento no se han dado a conocer las condiciones en las que se realizó el ingreso.

El regreso de Alcocer se produce en un clima político y mediático intenso, marcado por las repercusiones de la inclusión en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), que implica el bloqueo de activos y la prohibición de transacciones financieras con ciudadanos o entidades bajo jurisdicción estadounidense.

Según versiones periodísticas, Alcocer había enfrentado dificultades para regresar precisamente por esa situación, lo que aumentó las tensiones sobre su figura pública y su rol en el contexto político actual.

La medida de Estados Unidos, inédita respecto a un presidente en ejercicio y su círculo más cercano, ha generado reacciones encontradas en Colombia, con sectores que demandan explicaciones y otros que consideran que se trata de una estrategia con motivaciones políticas más amplias.

Por ahora, el retorno de la ex primera dama abre un nuevo capítulo en una serie de acontecimientos que han puesto a la opinión pública y a diversos actores políticos en un debate sobre las consecuencias diplomáticas, legales y sociales de estar en la “lista Clinton”.