Venezuela: ¿volvieron los piratas a América Latina?

Carlos Santa María.

Definitivamente Latinoamérica no se salva de los corsarios modernos que todo lo que puedan saquear lo harán sin sentimientos de culpa pues su avaricia los lleva a destruir su alrededor cueste lo que cueste, aunque sea la vida ajena o de sus pueblos, el cual sigue siendo el mayor objetivo de esas corporaciones macabras.

Confirmando lo anterior, el pueblo venezolano ha sido esquilmado, no por su gobierno, sino por potencias que aplican el orden mundial sometido a reglas…es decir, las suyas, aunque estén contra todos los principios éticos, filosóficos, transparentes, democráticos, donde robar es considerado un valor tal como es el nuevo hurto imperial a Venezuela.

Primero fue el pillaje de Citgo, “complementado” con la decisión de Gran Bretaña de no entregar 32 toneladas de oro depositadas en sus bancos para apropiarse de ese capital y ahogar la economía venezolana. Así, el Tribunal Superior de Londres falló el 29 de julio a favor de la junta del Banco Central de Venezuela (BCV), controlada por Juan Guaidó y no el gobierno legítimo, rechazando el pedido de Caracas para tener acceso a más de 1000 millones de dólares en reservas de oro almacenadas en el Banco de Inglaterra. 

 

«El pueblo venezolano ha sido esquilmado, por potencias que aplican el orden mundial sometido a reglas…es decir, las suyas, aunque estén contra todos los principios éticos».

 

Ahora, junto a lo de Citgo, entregando dinero a Guaidó de modo ilegal, viene la orden del Departamento de Justicia de EE.UU. al gobierno de Alberto Fernández en Argentina para que confisque una aeronave que se encuentra estacionada en un aeropuerto de Buenos Aires, por presuntamente violar las leyes unilaterales de control de exportaciones del país norteamericano, moderno avión de carga que cumplía importantes funciones humanitarias para Venezuela, países del Caribe y de África, que permanece desde hace dos meses en Argentina y podría ser robado por USA.

Todo parece indicar que el saqueo ilegal contra Venezuela continuará, especialmente porque el gobierno de Fernández es proclive a los intereses estadounidenses, votando contra Rusia en las Naciones Unidas.

Se espera que la dignidad y soberanía sea un hábito y se impida el saqueo de cualquier nación latinoamericana.

POR: CARLOS SANTA MARIA

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