El gobierno de Venezuela confirmó el envío de una carta del presidente Nicolás Maduro al presidente Donald Trump, en la que expresa su disposición a dialogar para resolver tensiones bilaterales, como las acusaciones de narcotráfico y la repatriación de migrantes. La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, divulgó el contenido completo de la misiva este domingo 21 de septiembre de 2025 a través de su canal de Telegram, tras una filtración parcial en medios estadounidenses.
Fechada el 6 de septiembre
La carta, fechada el 6 de septiembre de 2025, fue entregada inicialmente a un intermediario sudamericano para su remisión a Trump, cuatro días después de un ataque estadounidense contra una embarcación supuestamente vinculada al narcotráfico y procedente de Venezuela, que dejó 11 fallecidos.
En el documento, Maduro rechaza las «fake news» sobre el rol de Venezuela en el tráfico de drogas —citando datos de la ONU que indican que solo el 5% de las drogas producidas en Colombia transitan por territorio venezolano, y que las autoridades locales han destruido el 70% de ellas incautadas—. Además, destaca el «canal impecable» de comunicación previo con el enviado especial de Trump, Richard Grenell (o Rick Grenell), que resolvió temas como deportaciones de migrantes venezolanos.
Invitación de Maduro
Maduro concluye invitando a Trump a «preservar la paz con diálogo y entendimiento mutuo en todo el hemisferio», proponiendo conversaciones «directas y francas» para superar «ruidos mediáticos y noticias falsas». Trump, por su parte, evitó confirmar la recepción de la carta durante un evento en Arizona y respondió con ambigüedad: «Ya veremos qué pasa con Venezuela».
Esta iniciativa se enmarca en el escalamiento de tensiones: EE.UU. ha desplegado buques y aviones en el Caribe para operaciones antinarcóticos, interceptando al menos cuatro embarcaciones desde agosto (tres supuestamente venezolanas), mientras Venezuela ha movilizado tropas, entrenado civiles en manejo de armas y exhibido equipamiento militar ruso en respuesta a lo que califica de «amenaza» estadounidense. Deportaciones de migrantes venezolanos desde EE.UU. continúan sin interrupciones, con vuelos bisemanales.
