En el parque Santiago, en la ciudad de Pasto, un grupo de vendedores informales que dependen del comercio nocturno se enfrenta a una serie de dificultades cada vez mayores, a raíz de las intervenciones de la Policía local que buscan limitar sus operaciones durante la noche. Estos comerciantes, conocidos por vender una variedad de bebidas y comidas como hervidos, canelazos, comida rápida y otros productos básicos, han expresado su frustración y preocupación por lo que consideran medidas represivas y desproporcionadas.
Rosa Gonzales, una de las voces más prominentes entre los vendedores afectados, explica que la venta de hervidos es su principal fuente de ingresos y la única forma de mantener a su familia. Anteriormente, relata, podían permanecer en sus puestos hasta altas horas de la noche sin problemas, lo cual les permitía aprovechar la demanda de productos alimenticios por parte de los transeúntes nocturnos.
Estabilidad financiera
Sin embargo, recientemente han notado un cambio significativo en la actitud de las autoridades, quienes ahora les exigen abandonar sus lugares de venta mucho más temprano de lo habitual.
Armando Rosero, otro vendedor afectado, agrega que esta situación no solo afecta su capacidad para generar ingresos diarios, sino que también pone en peligro la estabilidad financiera de muchas familias que dependen exclusivamente de este tipo de actividad económica. Para Rosero, quien describe su trabajo como un medio indispensable para sobrevivir, las medidas restrictivas representan un golpe directo a su calidad de vida y bienestar familiar.
La tensión entre los comerciantes informales y las autoridades locales subraya un conflicto complejo que involucra derechos laborales, regulaciones urbanas y la necesidad de mantener el orden público. Mientras los comerciantes reclaman su derecho a ganarse la vida de manera digna y sin interferencias excesivas, las autoridades argumentan la importancia de mantener el orden y la seguridad en los espacios públicos.
Dialogo Este dilema no es único de Pasto; ciudades de todo el mundo enfrentan desafíos similares en la gestión del comercio informal y la regulación del espacio público. La búsqueda de soluciones equitativas y sostenibles requerirá un diálogo continuo entre las partes involucradas, donde se pueda encontrar un equilibrio que proteja los intereses tanto de los comerciantes como de la comunidad en general.

