En el tradicional barrio Emilio Botero, ubicado en la Comuna 5 de Pasto, la situación de las vías ha alcanzado niveles críticos. Las fuertes lluvias de las últimas semanas han empeorado el estado de las calles, ya deterioradas por el tiempo y la falta de mantenimiento, al punto de volverlas intransitables y peligrosas para quienes deben recorrerlas a diario.
“Las lluvias constantes convierten nuestras calles en auténticos lodazales. Es prácticamente imposible caminar sin riesgo de caer o lastimarse. Personas mayores han sufrido fracturas por las caídas, y los motociclistas no tienen opción: o se arriesgan a pasar o terminan en el piso”, relató Johana Camila Maigual, reconocida líder barrial.
La comunidad denuncia que esta situación no es nueva, pero sí más crítica. A pesar de los reiterados llamados a la Alcaldía de Pasto, no se ha visto una intervención efectiva. “Hemos hecho solicitudes, cartas, reuniones… pero las promesas se quedan en palabras. El abandono se nota en cada rincón del barrio”, aseguró Maigual.
A los problemas de movilidad se suma una creciente sensación de inseguridad. Roymar Hurtado, otro de los líderes cívicos del sector, expresó su preocupación: “Aquí roban todos los días. Aunque tenemos un CAI cerca, los ladrones actúan con total tranquilidad. Se han presentado atracos a personas que regresan del trabajo en la noche, y nadie responde”.
Con estas declaraciones, los líderes comunitarios reiteran su llamado urgente a la Administración Municipal para que ejecute obras de mejoramiento vial, refuerce la presencia policial y escuche de manera efectiva las voces de una comunidad que, día tras día, enfrenta condiciones indignas y peligrosas.