Por Mauricio Fernando Muñoz Mazuera
El pasado lunes se llevó a cabo, en sesión ordinaria del Concejo Municipal, un encuentro entre los miembros del cabildo municipal, funcionarios de Corpocarnaval, dirigencia comunitaria y población en general, para ratificar, a como dé lugar, el cambio de la senda del carnaval, tal y como desde esta casa editorial lo adelantamos meses atrás. De este encuentro me quedan varias ideas que intentare resumir en estas líneas, la primera de ellas, es que sin importar sobre quien tenga que pasar, el cambio de la senda del Carnaval se hace porque se hace. Durante la sesión se habló de malos tratos de parte del Alcalde de Pasto a la presidenta de la Academia Nariñense de Historia, quien, con razones, buscaba demostrar la impertinencia del cambio de senda, sin embargo, la disertación acabó al ritmo de manotazos en la mesa, como si esto se tratará de quien se muestre más beligerante, muestra inequívoca de que, solo una medida judicial detendría el cambio de senda… el que tenga oídos, que oiga.
Sin embargo es triste escuchar como líderes sociales y comunitarios, enarbolan dichas banderas sin ser reconocidos por la comunidad, y más, que su apoyo a esta “magnífica idea”, parezca más una untada de todo, menos de dignidad y criterio. ¿Cómo es posible que se defienda, la segura desaparición de varios árboles del sector de la Avenida Mijitayo bajo el cuento de “es que los especímenes son viejos”?, y es que esta es una de las tantas razones esgrimidas en favor del cambio de senda y la adecuación de la misma, en pocas palabras, hay que agradecer que el recorrido se cambie, porque de lo contrario, los arboles continuarian haciendo daño a los habitantes del sector… una completa desfachates.
Por otro lado, se escuchó el argumento que este cambio servirá para generar recursos a los habitantes de las zonas cercanas al nuevo recorrido, en beneficio de su precaria situación económica; realmente esta afirmación solo demuestra el desconocimiento de las realidades económicas que se presentan en medio del carnaval y que no han podido ser cortada de raíz por parte Corpocarnaval en todo el tiempo que ha estado en funcionamiento, y hablo de la venta de puestos, un mal que realmente le quita la tranquilidad a los habitantes de los sectores aledaños al paso del desfile y que además trae consigo otras situaciones como riñas y atracos. Si alguien defiende el cambio de senda a raíz de una incidencia económica, es mejor que demuestre para quien es el beneficio real, porque estamos ante una verdadera falacia.
Sumado a esto encontramos a los famosos estudios que por ningún lado aparecen, y que supuestamente soportan este cambio, estudios que, si en realidad existen, y como lo he venido diciendo desde meses atrás, dudo que estén soportados en factores reales, ¿o es que acaso cuando se hizo un recorrido por la nueva senda, con 20 carros de las mismas características mecánicas de las que todos sabemos que se emplean durante el 6 de enero para armar las carrozas, y que año tras año generan retrasos en los desfiles a raíz de fallas en los mismos? ¿Cuándo se llevó a las personas que salen con disfraces individuales, o a los niños del carnavalito para hacer pruebas reales sobre el nuevo recorrido? El recorrido debe estar hecho para ser disfrutado en cordura, sin necesidad de ningún otro impulso que cultivar el arte, porque de lo contrario, todo se sale de control.
Realmente este tema, se convirtió en un verdadero circo, en donde todos quieren hablar por hablar a cobijo de un comité de aplausos que ahora deja en el ambiente, que si se apoya sus procesos y procedimientos, tendrán su beneplácito para salir en senda, de lo contrario…