Chucho Martínez

La Vara

La vara es un travesaño, orcón, unidad de medida que equivale a tres pies, o palo largo utilizado para bajar artículos ubicados en las partes más altas de un almacén, especialmente en las petaquillas, de ahí viene el término de “tener vara” como palanca que se utiliza con frecuencia para lograr algo, como amigos para acceder a algún cargo o joder a otro. Esta última acepción nos interesa para poder entrar a los nuevos gobiernos que se posesionan este primero de enero. Se necesita tener una vara bien larga como la de muchos avivatos y lagartos que sin haber hecho merito en las campañas ya suenan para ocupar cargos.  

Vara también es el palo horizontal que no deben tumbar los atletas cuando saltan, de ahí el termino de “dejar la vara muy alta” o sea difícil de superar. Por los indicadores que presenta el Dane y el DNP, por la realidad que vemos, o mejor padecemos, y por lo que están haciendo el gobernador y el alcalde salientes, podemos decir con franqueza que la vara la dejan muy baja, por lo tanto, fácil de superar. Según cuentan los empalmadores, el problema radica en la marcada diferencia que hay entre lo que informan los salientes y la realidad. Más grave aún, dejan amarrados nombramientos y contratación de tal manera que los sucesores no tengan capacidad de decisión frente a determinados temas. La vara de la ética pública queda en el piso.

Vara es la que le falta al presidente Petro en el Congreso para que le pasen con anestesia o con vaselina sus reformas que afectan los intereses de los ricos. Vara la que les sobró al Berner y al Chenas en alcaldías gobernación e institutos descentralizados, pero la vara estaba baja.

Vara la que tuvo corpoteresa en esa institución durante 20 años como asesora jurídica que no le sirvieron para producir piezas judiciales en defensa del medio ambiente y en contra de la depredación, la deforestación y la minería ilegal. Pero también se dice que “Con la misma vara que mides serás medido”. 

Coda. La vara baja del Secretario de gobierno municipal al decir que no puede combatir los hervidos de Rumipamba porque por su grado de concentración de alcohol le toca a la gobernación.