Luego de oficializarse el cese al fuego bilateral durante seis meses entre el Gobierno Nacional y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional Eln, nos parece vital para el éxito de este proceso el anuncio hecho por el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Asís, en el sentido que llevará a cabo el proceso de verificación en lo que tiene que ver con el cumplimiento de las normas que hacen parte del acuerdo.
Consideramos que se trata de una veeduría transcendental para el éxito de este primer paso en el objetivo de llegar a la paz definitiva con esta organización alzada en armas, como es la esperanza de millones de colombianos.
De antemano y, sobre todo, conociendo la tradicional beligerancia del Eln, en los fallidos procesos anteriores, sabemos que lo que viene a continuación no será nada fácil, por lo que nos parece que en el desarrollo de este convenio que tendrá una vigencia de medio año, se tendrá que andar con “pies de plomo”, como lo dice la coloquial expresión, para que las cosas no se vayan a dañar a mitad del camino.
Por ello, saludamos con regocijo ese anuncio que acaba de formular el Defensor del Pueblo, puesto que, a través del desempeño de sus funciones, siempre hemos visto en el él, una persona ecuánime, responsable, excelente analista de los temas que tienen que ver con su despacho y en especial un acérrimo defensor de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.
«Saludamos con regocijo ese anuncio que acaba de formular el Defensor del Pueblo, puesto que, a través del desempeño de sus funciones, siempre hemos visto en el él, una persona ecuánime, responsable, excelente analista de los temas que tienen que ver con su despacho y en especial un acérrimo defensor de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario».
Por ello vemos en él, un veedor que estará atento al cumplimiento cabal de lo que se acaba de fijar en La Habana, Cuba y al empezar a desempeñar esas funciones debemos destacar el llamado que le acaba de hacer al Eln, en el sentido de mostrar una real voluntad política de paz, en lo que tiene que ver con detener sus acciones de violencia en contra de la población civil, como son las practicas usuales de este grupo insurgente, como lo son, los secuestros, las extorsiones, el reclutamiento de menores de edad y adolescentes, la colocación de minas antipersona y los asesinatos.
Se trata de unos puntos que no quedaron incluidos en el acuerdo de cese al fuego por 6 meses, pero que como bien lo dice el señor Defensor del Pueblo, son vitales para que estos primeros pasos hacia la meta de la paz, con el Eln, tal como ocurrió con la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, nos lleven al acuerdo final del fin de las hostilidades.
Es de esperar que esa voluntad de paz, por parte del Eln se refleje en este medio año de tregua que empezaremos a vivir de acuerdo con el anuncio presidencial, desde el próximo 3 de agosto, puesto que ayudaría mucho a agilizar las negociaciones definitivas.
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Por lo pronto, lo importante como se anotó en un comentario Editorial anterior, es que después de muchos ires y venires la puerta de la paz con el Eln, se comienza a abrir de nuevo y entre los beneficios inmediatos que podemos anticipar, es en lo referente a la realización de las elecciones territoriales fijadas para el próximo 29 de octubre. Unos comicios, que estamos seguros, ganaron mucho en seguridad con el cese al fuego de 6 meses entre el Gobierno Nacional y el Eln, lo que igualmente nos abre la agradable expectativa de tener este año, una de las elecciones más tranquilas en la historia democrática del país. Y esto, ya debe considerarse como una ganancia.