Después de más de tres lustros de incertidumbre y retrasos, finalmente se entregó la obra de pavimentación que conecta los sectores de Nueva Colombia y Caicedo en Pasto, un proyecto que había quedado estancado por problemas jurídicos en el Departamento para la Prosperidad Social (DPS). Se trata de un corredor de aproximadamente 500 metros lineales en concreto rígido, que se convierte en una solución de movilidad largamente esperada y que hoy beneficia a cerca de 40.000 habitantes de la zona.
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La vía, que llevaba 15 años sin poder culminarse, generaba constantes reclamos de la comunidad, pues en su estado inconcluso representaba riesgos para la movilidad peatonal y vehicular, además de limitar el acceso a servicios básicos y generar deterioro en la calidad de vida de los residentes. Ahora, con la entrega oficial, los barrios Caicedo Bajo, Nueva Colombia, Niza, Tequendama y Quito López Tres cuentan con una infraestructura vial adecuada que facilita la conexión interna y mejora la seguridad en el tránsito.
“Es un sueño hecho realidad. Nosotros pensamos que nunca iba a terminarse, ya habían pasado gobiernos y gobiernos, y la obra seguía enredada. Hoy podemos decir que tenemos una vía digna”, expresó emocionada una habitante del barrio Nueva Colombia durante el acto de entrega.
El proyecto no solo impacta en términos de movilidad, sino que también fortalece la integración social y económica de estos sectores, históricamente marginados en la planeación urbana de la capital nariñense. Comerciantes, transportadores y estudiantes destacan que el tiempo de desplazamiento se ha reducido, y que la pavimentación abre la posibilidad de mayor flujo comercial y de transporte público.
El alcalde de Pasto subrayó que la culminación de la obra fue posible gracias a la gestión conjunta entre la administración local y el DPS, tras resolver los procesos jurídicos que mantenían frenada la ejecución. “Lo que hoy entregamos es más que cemento y concreto. Es dignidad para la gente, es justicia con sectores que esperaron durante 15 años una solución real”, manifestó.
La pavimentación en concreto rígido garantiza además una mayor durabilidad y resistencia frente al tráfico pesado, lo que asegura que la inversión se mantenga en el tiempo. Para la comunidad, el avance se traduce en mejores condiciones de vida: disminuyen los problemas de polvo en verano, el barro en invierno y los riesgos de accidentalidad, especialmente para adultos mayores y niños.
Con esta obra, Pasto no solo resuelve una deuda histórica con sus ciudadanos, sino que también marca un precedente de cómo, pese a las dificultades legales y administrativas, la insistencia comunitaria y la voluntad institucional pueden transformar realidades. La vía de Nueva Colombia y Caicedo deja atrás 15 años de espera y abre paso a un futuro de mayor movilidad, desarrollo y bienestar colectivo.