Por: Manuel Eraso.
Ismael Botina popular maestro Buchón, acaba de llegar de un paseo que hizo, solo, en su bicicleta Monark, para conocer otra maravilla oculta de Nariño, inexplotada. Se trata nada menos ni nada más, que el corredor vía entre La Espriella (Tumaco) y Río Mataje , frontera con el Ecuador.
Una cosa es contar y otra diferente es disfrutar de tan hermosos paisajes de la llanura del Pacifico.
Es una verdadera joya oculta, inexplotada. Se llega al corregimiento de La Espriella y de allí se enrumba por una carretera de 19 kilómetros hasta la frontera con Ecuador, que es el rio Mataje.
El paisaje es de embrujo, enormes plantaciones de palma de aceite, zonas maderables, chontaduro, coco; y extensas zonas cocaleras. Se atraviesan 4 ríos caudalosos y más adelante se asoma la majestuosidad del rio Mira, con el puente de Candelillas, en una longitud de 685 metros, el más largo de Nariño y el tercero de Colombia. ¡esto es para disfrutarlo ¡- 19 kilómetros de una vía, totalmente pavimentada, con señalización, obras de arte y todo lo que requiere el transporte moderno.
En estos 19 kilómetros se encuentra caseríos llenos de gente joven que con su bullicio, saludan a la poca gente que pasa en bicicleta o carros pequeños. El ejército colombiano hace presencia, al igual que otros grupos armados, pidiendo documentos a toda persona que entra a la zona.
Lo extraño es que, al llegar al límite internacional, Rio Mataje ya no permiten seguir porque no hay permiso para pasar al Ecuador.
Nadie da razón, porqué un corredor vial que le costó al gobierno colombiano 200 mil millones de pesos, y que es una vieja aspiración de Nariño, desde hace siglos, hoy parece que fuera un fantasma. ¿Tan bonita y para qué?
Este corredor vial, si se pone en funcionamiento dinamizaría la economía de América. Acorta la distancia entre los puertos de Tumaco y Esmeraldas, en cuatro horas. En vez de dar la vuelta por Rumichaca, usamos esta ruta y estamos a la vuelta de la esquina que Quito, capital del vecino país.
Dicen los nativos de la zona, que más allá de los cultivos que están a borde de la carretera, hay enormes extensiones sembradas de hoja de coca, y por eso para entrar hay que tener permiso de grupos al margen de la ley. Una mujer dijo: “aquí mandan los “paras”,” los paraguayos”, los llaman allá.
Por ahora la enorme inversión oficial sirve para pasar contrabando que da miedo, desde y hacia el vecino país.
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Nadie habla, gobernadores, ministros, diputados, concejales, ni candidatos se preocupan por esta obra, que, si no la usamos, se la comerá la manigua. ¡Eso es corrupción!
¿Será cierto ¿que quienes mandan son los grandes productores de coca y ellos no dan permiso para usarla?
Por ahora, maestro Buchón, invita a los ciclistas a que se atrevan disfrutar de esta maravilla oculta, sacando permiso a los paras…” Paraguayos…”