Terminó la participación del Deportivo Pasto este año. Las equivocaciones administrativas llevaron a un fracaso total, a pesar de que evidentemente las enormes dificultades económicas ocasionaron que se tomaran decisiones incorrectas.
El primer gran error fue no haber hecho pretemporada, por eso, el equipo durante el primer semestre no se pudo consolidar en la parte física y futbolística, ante lo cual se naufragó en Copa Sudamericana y eso ocasionó la salida del técnico Diego Corredor. Para el segundo semestre, se mandó a la guerra al inexperto Giovanni Ruiz, a quien no le fue bien dirigiendo en propiedad a la escuadra profesional.
La llegada de Flabio Torres ilusionó, pero debo reiterar que él también hace parte del fiasco deportivo, ya que con la nómina que contaba, la cual no era mala, se pudo hacer bien las cosas.
Este 2021 debe servir como enseñanza para todos y mirar para adelante. Estoy de acuerdo con la continuidad de Torres, ya que además de su capacidad como estratega, él tiene un diagnóstico claro de lo que pasó, de lo que tiene, de lo que le hace falta para conformar un plantel competitivo en 2022.
«La campaña del Deportivo Pasto este año fue desastrosa, pero ahora hay que pensar de inmediato en la próxima temporada con el fin de construir un proyecto serio».
Independientemente de estar alineado con la permanencia del entrenador tolimense, en mí columna anterior cité ciertos condicionamientos a los que él debe someterse para tener éxito la próxima temporada, los cuales quiero recalcar:
– Deberá conformar un grupo de futbolistas capaz y trabajador, dejando al lado los intereses particulares.
– Se tiene que manejar con mano dura los inconvenientes de disciplina, o sea, cortar de raíz si los problemas son graves.
– El chico Felipe Ordóñez, un talentoso volante zurdo barbacoano que no llega a los 17 años de edad, demostró en los pocos minutos que le dieron en la nómina profesional, que en la cantera sí hay de donde echar mano. Si bien las fuerzas básicas no tienen apoyo institucional en la parte económica, algo positivo se ve.
– Torres no nos puede venir a meter los dedos a la boca trayendo jugadores de una desconocida escuela como la que él integró. Fue muy mal visto que un chico tolimense haya llegado dos meses antes y lo puso a debutar pisoteando a técnicos y jovencitos de las fuerzas formativas. Podrá ser muy ‘Messi’, pero debe haber un conducto regular, lo cual no quiere decir que las puertas estén cerradas para futbolistas de otras regiones, ya que el fútbol es universal.
Espero que directivos y entrenadores estén iluminados para construir un proyecto serio para 2022.
Por: Hernán Insuasti Gonzales (Acord)

