Editorial Diario del Sur

UN FLAGELO QUE DEBE ACABAR

Nos alarma bastante saber que Nariño es el segundo departamento en Colombia con mayor número de víctimas de minas antipersona, además de ocupar el primer lugar en lo que tiene que ver con los episodios de confinamiento, drama que tiene su epicentro en la costa pacífica.

Creíamos que con la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y la ahora desaparecida guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Farc, este flagelo venía desapareciendo de manera paulatina en nuestro medio.

Sin embargo, ahora nos encontramos con que de acuerdo con el reporte que acaba de entregar la Unidad para las Víctimas, Nariño resulta ser la segunda zona del país más afectada en lo relacionado con víctimas directas de las minas antipersona y la primera en afectaciones indirectas, lo que nos muestra la gravedad de la situación que se afronta en esta zona sur del país.

En esta dolorosa estadística, Nariño registra 23 casos de personas afectadas por estos siniestros artefactos explosivos, siendo superado únicamente por el departamento del Cauca, lo que nos indica con claridad que es el momento para que se desplieguen acciones tendientes a lograr el desminado de nuestra región.

De acuerdo con ese reporte, el denominado Triángulo de Telembí y el puerto de Tumaco, son las regiones del departamento, donde se ha registrado el mayor número de casos de muertes y mutilaciones a consecuencia de las minas antipersona.

Nos alarma bastante saber que Nariño es el segundo departamento en Colombia con mayor número de víctimas de minas antipersona, además de ocupar el primer lugar en lo que tiene que ver con los episodios de confinamiento, drama que tiene su epicentro en la costa pacífica».

Tampoco resulta un reporte halagador el saber por intermedio del Comité Internacional de la Cruz Roja Colombia (Cicr) en Pasto, que el departamento de Nariño, presenta en estos momentos los mayores casos de confinamientos de comunidades debido a la presencia, amenazas y combates que protagonizan los diversos grupos armados ilegales que operan en la región, en especial en la zona pacífica

Se trata de una información que no nos extraña lo más mínimo, puesto que precisamente en estos instantes, en nuestro departamento de Nariño, se vive un grave caso de confinamiento que afecta a una comunidad indígena, en zona rural del municipio de Olaya Herrera. Aparte de ello, también los desplazamientos forzados se constituyen en otro enorme calvario para diferentes sectores poblaciones, también con énfasis en la costa pacífica. En ese sentido no podemos olvidar que el año anterior, nuestro territorio fue escenario de los más grandes y graves desplazamientos que se vivieron en el 2021 en Colombia.

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Entonces, nuestro llamado es para que, en estos momentos, cuando el nuevo Gobierno Nacional, está empeñado en lograr una paz total en el territorio colombiano, se pongan en marcha los operativos destinados a lograr ese desminado, no solo en Nariño, sino en todas las zonas del país, donde todavía estos mortales artefactos se constituyen en causa de muerte, dolor y mutilación.

Así se tiene que hacer de inmediato, para evitar que las minas antipersona y otros artefactos, como los restos de explosivos de guerra, sigan cobrando víctimas en la geografía nacional.

Sabemos bien que esas minas son a su vez, una de las causas para los confinamientos de las comunidades, que temen salir, ante el riesgo que significa caer en un campo minado, a lo que se una la constante presencia de grupos armados al margen de la Ley, los que en estos instantes tienen convertido en un verdadero infierno a la costa pacífica de Nariño.

Por lo tanto, esperamos una reacción inmediata del Gobierno Nacional para erradicar de una vez por todas, este terrible flagelo que tanto dolor ha causado durante muchos en nuestro país, no solo con la muerte de quienes han tenido la desgracia de caer en un campo minado, sino también con las mutilaciones que causan estas armas de guerra no convencionales.