En un evento que refleja el verdadero sentido de la solidaridad y el trabajo en equipo, la Feria Gastronómica organizada en Pasto reunió a un grupo diverso de emprendedores comprometidos con el bienestar de la comunidad. Encabezada por Mauricio Díaz, un hombre con una visión social de largo aliento, la feria no solo fue una muestra de la rica oferta culinaria local, sino también una plataforma para empoderar a las personas más vulnerables de la ciudad.
Mauricio Díaz, quien hace años decidió volcar sus esfuerzos en proyectos que beneficien a los sectores más necesitados, ha sido testigo del abandono y la pobreza que afecta a muchos barrios de Pasto. A lo largo de los años, ha sido testigo de cómo familias enteras viven en condiciones difíciles, sin acceso a recursos o trabajo digno. Sin embargo, a pesar de la dura realidad que se observa en las zonas más marginadas, Mauricio nunca perdió la esperanza de cambiar la situación.
Estrategias
Su propósito se consolidó cuando, con la ayuda de un grupo de amigos de la infancia, comenzaron a idear estrategias para proporcionar oportunidades a las personas en condiciones de vulnerabilidad. “Desde pequeños nos propusimos ayudar a quienes más lo necesitaban en Pasto. Hoy, con la feria, logramos llevar esa idea a la práctica”, compartió Mauricio.
La Feria Gastronómica no solo sirvió para disfrutar de una variada oferta de platos locales, sino que también se convirtió en un espacio para la inclusión. En el evento, un grupo de emprendedores, muchos de ellos mujeres cabeza de familia, tuvieron la oportunidad de mostrar sus productos y servicios. Ellas, en su mayoría, provienen de barrios donde la pobreza y la falta de oportunidades son una constante. A través de sus emprendimientos, estas mujeres logran no solo generar ingresos para sus familias, sino también recuperar la esperanza de un futuro mejor.
Red de apoyo
“Lo que buscamos es darles visibilidad, brindarles una plataforma donde puedan exponer sus talentos y, sobre todo, empoderarlas para que continúen luchando por sus sueños”, destacó Mauricio Díaz, quien, con el apoyo de su equipo, ha logrado crear una red de apoyo solidaria para quienes más lo necesitan. La respuesta de la comunidad fue abrumadora. Los vecinos de los barrios cercanos a la feria se unieron con entusiasmo, no solo para disfrutar de la gastronomía local, sino también para conocer las historias de vida de los emprendedores que participaron. La feria se convirtió en un símbolo de esperanza para todos aquellos que, a pesar de la adversidad, siguen adelante con fuerza y determinación.