El asesinato en las últimas horas de cuatro integrantes de una misma familia, elevó a 9 las masacres que se han registrado en el presente año en el departamento de Nariño.
Nos referimos a una situación de extrema gravedad en la que prácticamente en este 2021 que está viviendo sus últimos días casi se ha presentado una masacre por día, lo que indica un alarmante deterioro de la situación de orden público.
El saldo trágico de estas matanzas, la mayoría de ellas registradas en zona de la costa Pacífica es de 36 víctimas fatales, en hechos que han tenido como escenario, los municipios de Tumaco, Roberto Payán y Mallama en el sector costero y Policarpa, Los Andes y Samaniego, en la zona de la cordillera.
«El saldo trágico de estas matanzas, la mayoría de ellas registradas en zona de la costa Pacífica es de 36 víctimas fatales, en hechos que han tenido como escenario, los municipios de Tumaco, Roberto Payán y Mallama en el sector costero y Policarpa, Los Andes y Samaniego, en la zona de la cordillera».
Se trata de una situación que refleja con escalofriante claridad la violencia que se vive en diferentes sectores de la geografía nariñense, la cual en gran parte tiene su origen en las organizaciones delincuenciales que se disputan el dominio del narcotráfico, las disidencias de las Farc y las acciones del Ejército de Liberación Nacional, Eln, también motivadas por el ilícito negocio de la coca.
En este orden de ideas, lamentablemente tenemos que decir que en nuestro territorio a pesar de la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, una desbordada violencia sigue haciendo de las suyas, por lo que en sentido práctico, ese cese de hostilidades no ha servido de nada.
No se puede decir otra cosa, si nos atenemos a todos los episodios de violencia que en Nariño, comenzaron el primero de febrero, con el asesinato de 4 personas en el municipio de Samaniego y hasta el momento, se extienden hasta hace pocas horas el pasado el 12 de diciembre, también con un saldo de 4 víctimas esto a pesar de que especialmente en la zona de la costa Pacífica de Nariño, se ha redoblado de manera significativa la presencia de la fuerza pública, tanto de la Policía como del Ejército.
Pero, como se están viendo las cosas, consideramos que esto no es suficiente y nos parece como hemos venido insistiendo en que el manejo de la seguridad, en especial en lo referente a la costa Pacífica de Nariño, requiere por parte del Gobierno Nacional, operativos especiales, puesto que es evidente el dominio que ejercen en vastas regiones los grupos ilegales, en detrimento de miles de personas quienes, como en el caso del Triángulo del Telembi se han visto obligadas a desplazarse por miles, en una situación que dejó sin enseres a hombres, mujeres y niños y niñas.
Nos preocupa sobremanera que estos hechos de violencia, sigan en plena vigencia, en momentos en que nos encontramos ya a menos de tres meses para la realización de las elecciones legislativas en desarrollo de las cuales se elegirán los próximos senadores y representantes a la Cámara.
Lo que nosotros vemos con profunda inquietud, es que como están las cosas y sí no se toman los correctivos del caso, esas elecciones en nuestro departamento de Nariño, van a estar en un delicado riesgo.
Por lo tanto, luego de la masacre que acaba de sacudir al municipio de Mallama, es de esperar que tanto las autoridades regionales como nacionales, entiendan la necesidad de proceder a garantizarles desde ya la seguridad a los habitantes de las regiones afectadas por la violencia, quienes en menos de 90 días van a desempeñar el papel de votantes. Esta es una alerta que bajo ningún punto de vista se puede echar en saco roto.

