Félix Henao, alcalde.

Tumaco hace un llamado a la paz y a la reconciliación

En una emotiva jornada que reunió a más de 4.000 personas, San Andrés de Tumaco se convirtió en un símbolo de esperanza y anhelo por la paz. El evento, que se llevó a cabo en las calles del Distrito, se enmarca dentro de los esfuerzos por fortalecer los diálogos de reconciliación en una región históricamente marcada por la violencia y el conflicto armado.

Bajo el lema ‘Encuentros por la transformación del territorio y la paz de Nariño’, la convocatoria fue presidida por el alcalde Félix Henao, el gobernador de Nariño, y representantes del Gobierno Nacional.

También participaron líderes y lideresas sociales, alcaldes de la subregión del Pacífico nariñense, así como diversas comunidades negras e indígenas de Tumaco y garantes de paz. Este amplio escenario de participación no solo resalta la diversidad del territorio, sino también la unidad de su gente en la búsqueda de un futuro mejor.

Compromiso

Los asistentes marcharon por las principales calles de la ciudad, portando pancartas y banderas que simbolizaban su compromiso con la paz. Las consignas resonaban con fuerza, un eco de una comunidad que ha sufrido pero que se niega a rendirse.

La energía colectiva fue palpable, y la determinación de los tumaqueños por construir un entorno más pacífico quedó reflejada en cada rostro y cada voz.

El alcalde Henao, en su discurso, enfatizó la importancia de la participación comunitaria en los procesos de diálogo. “La paz no es solo un objetivo, es un camino que debemos recorrer juntos”, afirmó, instando a todos los presentes a seguir involucrándose activamente en la construcción de un Tumaco unido.

Participación

Los representantes del Gobierno Nacional también reiteraron su apoyo a los diálogos de reconciliación con las disidencias de las Farc, resaltando que la paz no es un destino, sino un proceso continuo que requiere el compromiso de todos los sectores de la sociedad.

Este encuentro subraya la importancia de la participación comunitaria en los procesos de reconciliación. Las comunidades de Tumaco, históricamente marginadas, han mostrado su deseo de ser parte activa en la construcción de un nuevo relato, uno que priorice el diálogo sobre la confrontación.

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La integración de comunidades negras e indígenas fue particularmente relevante. Ambas han sido duramente golpeadas por el conflicto, y su inclusión en estos espacios de diálogo es fundamental para garantizar que sus perspectivas y necesidades sean escuchadas y atendidas.

Esperanza

El evento concluyó con un sentido de esperanza renovada entre los participantes. Muchos expresaron su convencimiento de que, a través de la unidad y el compromiso, San Andrés de Tumaco puede renacer como un modelo de paz y convivencia. Este encuentro no solo es un hito en la historia reciente de la región, sino un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, el anhelo de paz persiste en el corazón de su gente.

La Costa Pacífica nariñense ha demostrado, una vez más, que su deseo de paz es firme y decidido. A través de la colaboración y el diálogo, la comunidad tumaqueña se posiciona en la senda de la transformación, reafirmando su compromiso por un futuro en el que la paz y la reconciliación sean las bases de un territorio que aún guarda la esperanza de un renacer.