Los manglares son barreras vivas que protegen a las comunidades costeras del impacto del cambio climático, reducen la fuerza de tsunamis y mitigan el aumento del nivel del mar. Además, son el hábitat de miles de especies y una fuente vital de alimento y equilibrio para las poblaciones del Pacífico nariñense.
Conservarlos no es únicamente una responsabilidad ambiental, sino un compromiso con la vida y con las generaciones futuras, ya que su pérdida tendría consecuencias irreversibles en el ecosistema y en la seguridad de quienes dependen de ellos.
En el sector del Tigre en Tumaco, autoridades y comunidad han recibido denuncias por invasión y deforestación en un área especial de importancia ecológica. La ocupación ilegal de este ecosistema pone en riesgo el equilibrio ambiental y, con él, la vida de toda la población.
Delito
“Esta zona es una protección natural para toda la comunidad. Su ocupación ilegal viola la Ley y pone en riesgo la vida de todos. La destrucción de manglares en Colombia no es solo un daño ambiental, también es un delito”, enfatizó la secretaria de Gobierno, Teresa Alejandra Das Neves.
La funcionaria recordó que la Ley 2111 de 2021 tipifica el daño de recursos naturales como delito ambiental, sancionado con penas de prisión superiores a 12 años y multas que pueden superar los 50.000 salarios mínimos mensuales vigentes.
Según las autoridades, el daño a los manglares no solo afecta la biodiversidad, sino que incrementa la vulnerabilidad de las comunidades frente a fenómenos naturales extremos.
La Administración Distrital de Tumaco ha reiterado que proteger los manglares es proteger el futuro de la región, ya que estas áreas actúan como escudos naturales contra inundaciones y tormentas.
Vigilancia
Se han anunciado operativos de control y vigilancia en las zonas más afectadas, con el apoyo de la fuerza pública y de entidades ambientales, para prevenir nuevas invasiones y recuperar los espacios degradados.
Asimismo, se impulsarán campañas de educación ambiental dirigidas a las comunidades costeras, con el fin de concientizar sobre el valor de los manglares y promover su cuidado.
Desde la Alcaldía se hace un llamado urgente a toda la ciudadanía para denunciar actividades ilegales y sumarse a las iniciativas de restauración, entendiendo que la protección de los manglares es una tarea colectiva y de responsabilidad compartida.
En este esfuerzo, las comunidades serán actores clave para la vigilancia y cuidado de las zonas protegidas, trabajando de la mano con las autoridades para evitar que estas prácticas destructivas se repitan.
El gobierno local destacó que la preservación de estos ecosistemas no es una tarea a corto plazo, sino un compromiso continuo que requiere recursos, voluntad y participación ciudadana. Tumaco reafirma así su compromiso de ser ejemplo en la conservación de sus ecosistemas.