Durante una rueda de prensa en Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una fuerte advertencia al mandatario colombiano Gustavo Petro, afirmando que “es el siguiente” en enfrentar consecuencias si no modifica su postura frente a la política estadounidense en la región. Las declaraciones fueron entregadas a W Radio, en un momento en el que la relación bilateral atraviesa su punto más crítico en años.
Trump respondió con dureza cuando se le consultó sobre Colombia: “Más le vale reaccionar, o será el siguiente. Espero que esté escuchando”. La afirmación se produjo tras semanas de choques verbales entre ambos gobiernos, especialmente luego de que Petro cuestionara la estrategia de Washington hacia América Latina.
Al ser interrogado sobre la posibilidad de comunicarse directamente con Petro —como ya lo hizo con el presidente venezolano Nicolás Maduro— Trump fue tajante: “No he pensado mucho en ello”.
El mandatario estadounidense también arremetió contra la política antidrogas de Colombia, asegurando que el país “tiene fábricas de cocaína que envían el producto directamente a Estados Unidos”, declaración que profundiza el distanciamiento diplomático. En septiembre, Trump retiró a Colombia de la lista de países que cooperan en la lucha contra las drogas y posteriormente impuso sanciones personales a Petro, a quien acusó abiertamente de ser un “líder del narcotráfico”.
El presidente colombiano ha rechazado esas acusaciones y sostiene que su estrategia contra las drogas se basa en un enfoque más efectivo y sostenible, a pesar del choque con Washington.
Las tensiones también aumentaron tras el lanzamiento de la operación “Lanza del Sur”, desplegada por Estados Unidos con el argumento de frenar el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico. Desde su inicio, fuerzas estadounidenses han destruido más de veinte embarcaciones presuntamente vinculadas al transporte de drogas cerca de aguas venezolanas y colombianas, dejando más de 80 tripulantes muertos en operaciones extrajudiciales.
La advertencia pública de Trump añade un nuevo capítulo al deterioro diplomático entre ambos países y anticipa un escenario regional aún más volátil en los próximos meses.