Donald Trump sorprendió en la Asamblea General de la ONU al elogiar al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en medio de fuertes disputas comerciales.
Un elogio inesperado en plena crisis
Trump aseguró haber sentido una “excelente química” con Lula, tras un breve encuentro en Nueva York. Ambos líderes coincidieron en programar una reunión la próxima semana.
El presidente brasileño abrió la Asamblea con críticas a la “injerencia en asuntos internos” y denunció medidas unilaterales contra la economía de su país, sin mencionar a Trump directamente.
Trump cambia el tono con Brasil
Cuando el estadounidense tomó la palabra, se refirió de forma inesperada a Lula. “Pareció un hombre muy agradable. Me cayó bien, y yo le caí bien”, dijo Trump.
Según el mandatario, esta primera interacción bastó para acordar un futuro diálogo. La cancillería brasileña precisó que la reunión deberá hacerse por teléfono o videoconferencia, dado que Lula volverá pronto a Brasil.
Tensiones por aranceles y sanciones
Las relaciones entre ambos países atraviesan un momento delicado. Estados Unidos impuso aranceles del 50 % a varios productos brasileños, además de sanciones consulares y financieras.
Washington también penalizó a jueces de la corte suprema que condenaron al expresidente Jair Bolsonaro por golpismo, lo que generó rechazo en Brasilia.
En agosto, Lula ya había expresado frustración por la falta de interlocución con la Casa Blanca. “Queremos negociar, pero no hay nadie al otro lado del teléfono”, señaló entonces.
Reacciones en Brasil
El vicepresidente Geraldo Alckmin se mostró optimista tras los elogios de Trump. Afirmó que la “buena sintonía” podrá contribuir a resolver el “tarifazo injustificado”.
Recordó que de los diez productos más importados por Brasil desde Estados Unidos, ocho ingresan sin arancel. “Vamos a trabajar para encontrar la mejor solución”, indicó Alckmin desde Río de Janeiro.
Un posible giro diplomático
Analistas subrayan que este cambio de tono podría abrir una nueva etapa en la relación bilateral. Sin embargo, persisten dudas sobre la continuidad de los gravámenes.
El gesto de Trump hacia Lula, en un escenario global de tensiones, muestra que la diplomacia personal aún puede influir en disputas comerciales internacionales.
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