Crisis en Bogotá: el 90 % de los casos probables de tosferina están en la capital

Hasta la semana epidemiológica 38 de 2025, en Colombia se han registrado 2.486 casos probables de tosferina, de los cuales 2.257 provienen de Bogotá, lo que representa más del 90 % del total nacional. De esos casos probables, 278 han sido confirmados (11,18 % del total), un número muy superior al observado en 2024, cuando se reportaron solo 4 casos confirmados en todo el año.

Contexto nacional y comparación con 2024

El aumento no solo se observa en Bogotá. En todo el país, hasta el 20 de septiembre se notificaron 5.619 casos probables de tosferina, de los cuales 716 fueron confirmados. Esa cifra más que duplica los números del mismo periodo en 2024, cuando apenas se habían confirmado 36 casos.

Los departamentos con mayor incidencia incluyen Bogotá, Antioquia, Cundinamarca, Caldas y Huila, que concentran el 71 % de los casos. Dentro de ese agrupamiento, Bogotá aporta el mayor número de reportes (35 % del total nacional).

Afectados más vulnerables: edades y localidades

Los grupos etarios más afectados en Bogotá son:

  • Menores de un año: 43 % de los casos confirmados (109 casos)
  • Niños de 1 a 4 años: 19 % (47 casos)
  • Niños de 5 a 14 años: 12 % (30 casos)
  • Mayores de 15 años: 26 % (65 casos)

Las localidades con mayor número de casos confirmados en Bogotá son Ciudad Bolívar, Kennedy, San Cristóbal, Suba y Usme.

Hasta ahora, la enfermedad ha dejado 5 muertes confirmadas en la ciudad: cuatro menores de un año y una persona mayor de 80 años.

Además, se han identificado 34 brotes locales en Bogotá, con 70 casos asociados. De esos brotes, el 76,4 % ocurrieron en instituciones educativas (jardines, colegios), 14,5 % en hogares de adultos mayores, empresas o albergues, y 8,8 % en centros del ICBF (niñez).

El grupo etario con mayor participación en esos brotes es el de niños de 1 a 5 años (45,7 %), seguido de adultos entre 27 y 59 años (15,7 %) y bebés menores de un año (14,3 %).

Factores que explican el rebrote y riesgos

Las autoridades de salud y epidemiólogos identifican varios factores que han favorecido este rebrote:

  1. Cobertura vacunal insuficiente o rezagos: En algunas zonas ha habido dificultades para mantener esquemas completos de vacunación para la tosferina y sus refuerzos.
  2. Retrasos en la inmunización materna: La vacunación de las gestantes con la dosis Tdap (toxina diftérica, tétanos y pertussis) desde la semana 20 de embarazo es esencial para proteger al recién nacido durante sus primeros meses.
  3. Difusión de casos y movimientos sociales: La circulación de personas con infección leve o sin diagnóstico puede propagar la bacteria a bebés no vacunados o con esquema incompleto.
  4. Subregistro y demoras en diagnóstico: Muchos casos probables están en estudio o descartados debido a recursos limitados, por lo que el número real podría ser aún mayor.
  5. Contexto de pico respiratorio general: En temporadas de mayor circulación de virus respiratorios, la tosferina puede tener un comportamiento más explosivo si no hay vigilancia estricta.

Medidas adoptadas por Bogotá y recomendaciones

Frente a esta situación, la Secretaría de Salud de Bogotá ha activado un plan de vigilancia reforzada:

  • Búsqueda activa de casos: intensificación en hospitales, centros de urgencias y servicios pediátricos.
  • Toma de muestras e investigación de contactos: para aislar focos de transmisión.
  • Aislamiento de casos y cuarentena de contactos: cuando sea pertinente, para reducir la cadena de contagio.
  • Capacitación de profesionales de salud: más de mil profesionales públicos y privados han sido instruidos en diagnóstico, notificación, medidas de control y vacunación.
  • Instalación de puntos de vacunación: la ciudad cuenta con decenas de puntos públicos donde se aplican las vacunas Tdap y refuerzos para menores de edad.
  • Llamado público a la población: se insiste en la importancia de completar esquemas de vacunación, especialmente para gestantes y niños menores de seis meses.
  • Medidas de autocuidado: ventilar espacios cerrados, lavado frecuente de manos, evitar aglomeraciones, uso de mascarilla ante síntomas respiratorios.
  • Vacunación del entorno cercano al recién nacido: incluir a familiares y cuidadores para generar una “burbuja de protección”.

La Secretaría también anuncia que desde el 8 de marzo, al menos 34 brotes han sido identificados y controlados con acciones focalizadas.

Riesgos que persisten y lo que puede esperarse

Aunque las medidas y alertas están bien encaminadas, persisten algunos desafíos:

  • El número de casos “probables” aún es muy alto — muchos están en estudio o descartados — lo que sugiere que la vigilancia debe fortalecerse.
  • La letalidad entre lactantes menores de 6 meses sigue siendo elevada si no se diagnostica a tiempo.
  • La cobertura vacunal debe ampliarse urgentemente, especialmente en zonas con bajo acceso a servicios de salud.
  • La concienciación ciudadana es clave: es fundamental lograr que las familias entiendan la importancia de la vacuna, incluso en adultos y gestantes.
  • Este brote puede extenderse si no se mantiene vigilancia constante y medidas de contención, más aún en temporadas respiratorias.

En síntesis: Bogotá no solo concentra más del 90 % de los casos probables de tosferina en el país, sino que muestra un panorama de rebrote con alta incidencia en menores de un año. La vacunación, los esquemas completos, la inmunización materna y las medidas de salud pública son esenciales para prevenir un desastre sanitario.

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