Por: Aníbal Arévalo Rosero
Analicemos de manera sensata la situación que vive el país, o mejor, como decimos muchos cuando vamos a tomar un tinto: “arreglemos el país”. Con lo sucedido la semana pasada con las marchas a favor del gobierno y de la oposición podemos hacer un análisis global de lo que ocurre, y no podemos hablar de resultados porque el Gobierno Petro aún no se lo puede evaluar porque no es el tiempo para ello.
No podemos desconocer que en el país hay una derecha fuerte que le significa un reto muy grande a la izquierda para seguir capoteando; lo vimos en las marchas que de alguna manera movilizaron gente a cualquier pecio, pero la sacaron. No lo sé cómo lo hicieron, pero es el fiel reflejo de que el país tiene una derecha compacta a la hora de los debates y una izquierda fuerte pero dispersa.
El Pacto Histórico es un hito que tiene su propio autor es fruto de la sapiencia de Gustavo Petro que ha sabido interpretar el momento y las coyunturas políticas. A nadie se le ocurrió antes dar ejemplo de perseverancia luego de una encarnizada oposición de unos medios de comunicación que le dan palo todos los días y con un Uribe que lo atacaba verbalmente montándole un nuevo vocabulario en el léxico español como ‘castrochavista’ y otros epítetos más.
A Gustavo Petro le montaron un ‘Tocos contra Petro’. Así lo vimos cuando en campaña todos los candidatos a la Presidencia lo tenían en la mira y le sacaban a relucir el tema de la recolección de basura en capital, cuando fue la misma derecha la que se infiltró dentro de la administración distrital para ocasionarle el desprestigio boicoteando la recolección de los residuos. A Petro la derecha le ha dado palo porque boga y palo porque no boga.
Escuchar a Pacho Santos, diciendo supuestamente que marcha por defensa de la salud del pueblo colombiano, eso no se lo cree ni él mismo, cuando toda la rancia oligarquía colombiana no es usuaria del sistema de salud colombiano, sino que hacen uso de la medicina prepagada. O a los demás copartidarios diciendo que el modelo de salud bajo la batuta de la Ley 100 de 1993 es bueno, solo que tiene unas pequeñas fallas que corregir, es no tener sangre en la cara. Ellos no quieren reconocer que las corruptas EPS le causaron un gran daño a la salud de los colombianos.
Es un hecho inaplazable la reforma a la salud porque está a punto de colapsar. Las EPS han manejado mal el presupuesto de la salud de todos los colombianos, de tal manera que en el mes de septiembre ya está agotado, y de ahí en adelante tienen que aplazar la atención de los pacientes en estado crítico; como los pacientes de cáncer que para recibir una quimioterapia tienen que esperar por meses al año siguiente. Así, este sistema imperante de muerte lenta no puede seguir vigente.
Ahora lo que hay es un oligopolio EPS con más de 10 millones de afiliados, como la Nueva EPS. Esto complica la atención a los usuarios de manera eficiente y con calidad. Es urgente la reforma a la salud. La gente no puede continuar muriéndose en la puerta de los hospitales.
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Ahora bien, se ha presentado a la Cámara de Representantes el texto de la reforma, lo que no quiere decir que sea definitivo o que se vaya aprobar a pupitrazo limpio; se debe someter a varios debates y tiene que discutirse en Cámara y Senado. Entonces, para aquellos que quieren sembrar pánico hay que pedirles sensatez.
Y lo que ha dicho la Ministra Corcho es que las EPS no van a desparecer, tienen que transformase en entidades que presten servicios de tercer nivel. Y un aspecto muy importante que se busca con la reforma es dignificar al personal de la salud que ha sido victima de la tercerización y a muchos no les pagan prestaciones sociales, por eso les pregunto a ustedes, ¿con qué ánimo va a hacer su trabajo el personal de la salud si no le reconocen sus primas de ley?