Quienes hemos tenido la oportunidad que Pasto nos acoja como la ciudad para crecer profesionalmente llevamos el agradecimiento por ello, o por lo menos eso es lo que sucede en mi caso.
He sido testigo del progreso, pero también de la dificultad que existe en el proceso de gobernabilidad, y por ello, hoy no quiero dejar pasar desapercibido uno de los inconvenientes que nos están golpeando como es el tema de la inseguridad.
Sin querer decir que sea una justificación, la peor crisis económica que quizá ha tenido la ciudad, como consecuencia de esta pandemia y por el fatídico paro que acabó con la economía regional, desafortunadamente tenemos que ser sinceros pero gran parte de esa inseguridad se deriva de esos dos hechos que se han encargado de golpear la economía local.
«Si no se toman las medidas del caso, seguramente la urbe se saldrá de las manos y entonces tendremos que lamentar los múltiples hechos de sangre que ya serán imposible contenerlos”.
Por esa razón y frente a los hechos más recientes de la invasión de un local comercial por parte de delincuentes armados, el atraco a un taxista por dos damas, el asesinato de un ingeniero en uno de los barrios residenciales y en fin de todos los hechos que a diario se conocen como de inseguridad, no nos queda otra alternativa que preocuparnos por el futuro de la ciudad.
Si no se toman lo más pronto las medidas del caso, seguramente la urbe se saldrá de las manos y entonces tendremos que lamentar los múltiples hechos de sangre que ya serán imposible contenerlos.
Por esa razón es necesario fortalecer la seguridad y por supuesto la responsabilidad para ello, es directamente de las autoridades las que en su saber y entender dispondrán de todas las medidas para terminar con este momento considerados como el más crítico de los últimos tiempos vividos en Pasto.
Es el momento de llamar al concurso de todos los pastusos de bien, independientemente de las responsabilidades que tengamos para de una vez por todas hacer causa común y evitar que en cualquier momento un hecho de violencia y de inseguridad nos golpee de manera directa.
El compromiso principal es de las autoridades, sin embargo, eso no nos desprende de la responsabilidad que tenemos de hacer causa común para combatir los actos de delincuencia.
Por. – Rodolfo Pantoja Pantoja

