Un reciente informe de la organización no gubernamental Vivamos Humanos reveló que TikTok se ha convertido en la principal plataforma utilizada por grupos armados ilegales en Colombia para captar niños, niñas y adolescentes. Los videos publicados en esa red social, muchos con decenas o cientos de miles de reproducciones e interacciones, han servido como gancho para atraer jóvenes vulnerables bajo promesas de dinero, “oportunidades laborales” o una vida con estatus.
Según el informe, se han identificado decenas de cuentas —algunas con evidencia directa y otras con señales de vínculo— que se utilizan con fines de reclutamiento. La dinámica se desarrolla mediante dos estrategias principales: ofertas engañosas de “empleo” o supuestas ventajas económicas, y tácticas de seducción o manipulación: menores que ya fueron captados, o perfiles vinculados al crimen, utilizan las redes para atraer nuevos reclutas mediante falsas promesas, glamour armado, armas, dinero, e incluso imágenes de “estilo de vida” —lo que resulta atractiva para jóvenes en contextos vulnerables.
Los grupos que más recurren a este mecanismo digital son las facciones armadas ilegales que operan en zonas de conflicto, especialmente en departamentos como Nariño, Cauca, Putumayo, Norte de Santander, entre otros. Estas regiones concentran una buena parte de los casos documentados, lo que evidencia el riesgo particular para comunidades rurales o con condiciones de desigualdad social.
La denuncia de Vivamos Humanos coincide con alertas anteriores de organismos internacionales como Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DDHH), que han advertido sobre la proliferación de este tipo de captación digital, alertando del grave riesgo que representa para la niñez y adolescencia en el país.
El informe advierte de “graves falencias estructurales”, entre ellas la ausencia de canales efectivos de denuncia, la poca eficacia en la moderación del contenido en plataformas digitales, y la repetición de los materiales de captación aún después de haber sido reportados. Esto, según los expertos, dificulta la protección de menores y la prevención de nuevos casos.

