Estamos en Navidad; las luces se prenden, las sonrisas se encienden y los corazones se nutren de abrazos. Los hogares se preparan para recibir a los seres ausentes y las distancias se vuelven nostalgias al calor de esas voces que nos recuerdan que todo es pasajero y que nada permanece. Únicamente las caricias, los besos, los buenos deseos y esa entrega total ante la distancia de aquellos que ya no están entre nosotros.
Es navidad, tiempo de paz, de encuentros, de natilla y novenas, de preparación de sorpresas que se esconderán entre cualquier bolsillo de esos seres queridos para decirles así, sencillamente, que los queremos, que estamos con ellos, que son nuestros días y el eterno amanecer de toda noche.
Vienen y van abrazos, miradas furtivas, caricias humeantes y palabras hechas de fantasía. Todo es posible y nada es quimérico mientras en el corazón de los hombres se recrea el deseo vehemente de un nuevo día, de una nueva tierra sembrada de paz y esperanza.
«Es Navidad, albricia de preludios y retornos maravillosos. De partidas y llegadas; calendarios que nos vuelven hermanos y nos ofrecen la calidez de una mano buena y generosa en este tránsito hacia otros mundos y posibilidades».
Es navidad, tiempo de encuentros y sonrisas; momentos buenos y generosos que se nos ofrecen nuevamente para recordarnos que somos esa brizna que se levanta entre susurros de estrellas y canciones. Niños en espera de ese regalo que anida en su alma. Adultos y viejos que miran la misma vida como ese mismo obsequio que nos fue dado por un azar indescifrable y maravilloso.
Es el tiempo de la fantasía convertida en realidad, el instante mágico en que no basta hablar para comunicarse, el momento en que todo parece detenerse para dar paso a un nuevo inicio existencial.
Es Navidad, albricia de preludios y retornos maravillosos. De partidas y llegadas; calendarios que nos vuelven hermanos y nos ofrecen la calidez de una mano buena y generosa en este tránsito hacia otros mundos y posibilidades.
Navidad, tiempo de respuestas y de preguntas sin interrogantes… la certeza de toda promesa que se escribe y se dibuja en cada acto para entregarse en la firme seguridad de un nuevo y mejor amanecer. Es tiempo de Navidad, momento de familia y sonrisas.
A todos ¡FELIZ NAVIDAD!
Por: Pablo Emilio Obando A.

