Nos referíamos en la semana anterior a la geopolítica en 2024. Continuando con el panorama mundial el temor de la guerra de Ucrania y de Gaza de que pudiera producir el efecto domino hoy por hoy, está siendo una realidad.
Veamos someramente el porqué: como efecto de la guerra Israel-Gaza tenemos que, en el mar Rojo, una vía crucial para el comercio mundial, de vital importancia para Occidente, los Hutíes una fracción armada de Yemen han atacado a los barcos mercantes que vienen de Oriente hacia Europa y Estados Unidos por el canal de Suez para salir al Mediterráneo y de ahí al Atlántico.
Como represalia, el Reino Unido y los Estados Unidos enviaron buques de guerra que han bombardearon las lanchas hutíes, pero también las provincias centrales del Yemen; esto de por sí, significa la guerra en caliente que además ha involucrado por un lado a Irán acérrimo enemigo de Israel, con uno de los ejércitos mas poderos de Oriente y armas ultramodernas. Israel ya tiene tropas en la frontera con el Líbano.
La guerra en Ucrania ha causado enorme distorsión económica en Europa. Es una guerra que Rusia ha tomado territorios que había recuperado en un principio Ucrania, y claramente se puede predecir que Rusia ira por Odessa.
Occidente en cabeza de Estados Unidos ha anunciado la suspensión de la ayuda a Zelenski en un momento crítico por la ventaja, al parecer, definitiva en la suerte de Ucrania, la provincia de Donbás ya es rusa. Por otro lado, la OTAN ha sufrido un descalabro bélico que por supuesto es el mismo de Estados Unidos y sus aliados europeos. Siguiendo con Oriente la política exterior de Arabia Saudita tendrá que ser replanteada al quedar encajonada en el nuevo conflicto del mar Rojo.
En la próxima semana veremos como los efectos de estas guerras están afectando a América Latina.

