Oía hace días cuestionar la democracia en éste país, escuchando la exposición de una ciudadana importante, que estaba angustiada por lo que ha terminado siendo la democracia en Colombia. Y no es para menos: me puse a pensar en todo lo que pasa día a día y es escalofriante: Para citar hechos concretos, se me vinieron a la cabeza evidencias cotidianas que me pusieron ansioso y por qué no decirlo, indignado por tanto desafuero:
-Hace una semana una carta suscrita por los presidentes de Senado y Cámara objetando a la Corte Interamericana de Derechos Humanos; solo la ignorancia de la Constitución Nacional puede engendrar semejante absurdo de manos de dos altos dignatarios del Congreso. Aparte de tomarse el nombre de todo el parlamento sin un debate previo, ignoran que Colombia es firmante y adherente del tratado de un organismo internacional autónomo e independiente. Es una usurpación de funciones grotesca.
-Plagio por parte de aquella Presidenta, de su tesis de grado. (Suficiente
Ilustración en los medios)
-Los acontecimientos en Arauca con alrededor de 30 muertos, por sí solos hablan de la gravedad. La explicación que da el gobierno y la fuerza pública es una mezcla de ingenuidad e indiferencia.
-Fraude electoral que presentimos a simple vista se planea: No se puede pensar otra cosa cuando a una semana de cerrarse las inscripciones de cédulas, la plataforma de la Registraduría no funciona.
-Que hablar de los 1.200 cargos creados por la procuradora para elecciones, argumentando una interpretación equivocada de la Cidh, por el fallo en el asunto Petro, traída de los cabellos.
-Asesinatos diarios de líderes sociales y desmovilizados
-Podríamos escribir muchas páginas más sobre desafueros, tales como 80 muertos (¡!) en las protestas…es cosa de no acabar.
-Hace un año, la democracia más sólida del mundo, tambaleó en Washington…por y la toma violenta del Capitolio instigada por Trump. Continuará.
Por: Carlos Alvarez

