Para empezar esta columna, señalemos que lo más destacable, por lo negativo, es el cierre de la frontera con Ecuador, en Rumichaca. Desde marzo de 2020 el gobierno del país vecino tomó la determinación de cerrar sus fronteras, especialmente la colombiana, El asunto tiene su gravedad, de tal manera que obligó a los comerciantes y transportadores de Ipiales, a bloquear el Puente Internacional de Rumichaca, en varias ocasiones. Este intempestivo cierre ordenado por el presidente Guillermo Lasso, ha causado pérdidas para la economía de Ipiales, pero para toda la frontera, ya que, según la directora de la Cámara de Comercio Colombo Ecuatoriana, el cierre hasta ahora ha costado hasta hora más de 20 mil millones de dólares, y lo peor es que el sur de Colombia no mira ningún movimiento del gobierno del Ecuador por suspender el cierre fronterizo.
El segundo tema de este domingo final mes, tiene dos aspectos, pero tiene que ver con el Pacífico nariñense, concretamente con Tumaco y su región.
La primera cara es de una clara desidia, ignorancia o falta de humanidad, porque los medios gubernamentales de la nación, sobre todo la justicia nada ha hecho por la masacre ocurrida en El Tandil, hace cuatro años. Por tal razón., en días pasados familiares y población en general, realizaron varias protestas.
Al respecto. cabe recordar que el 5 de octubre de 2017, en una protesta de más de 1.500 personas contra la erradicación forzada de cultivos ilícitos, miembros de la fuerza pública abrieron fuego contra la población que protestaba, causando víctimas en lo que se conoce como la masacre del Tandil. Ello obligó que varias entidades de abogados y asociaciones solicitaran a la Corte Constitucional entregar el caso de la masacre a la justicia ordinaria, porque la justicia penal militar nada ha hecho.
La masacre de El Tandil es considerada la primera cometida después de firmado el Acuerdo Final de Paz, en el marco de una protesta social en contra de los procesos de erradicación forzada violenta. Desde entonces han sucedido alrededor de 218 masacres en nuestro país y se ha continuado con una política antidrogas que ataca a los eslabones más débiles e incumple los compromisos del Estado en materia de implementación de los Acuerdos de Paz, en particular del punto 4 que prioriza la sustitución voluntaria y concertada de cultivos de uso ilícito, frente a los métodos de erradicación forzada violenta por vía terrestre o aérea.
«La masacre de El Tandil es considerada la primera cometida después de firmado el Acuerdo Final de Paz, en el marco de una protesta social en contra de los procesos “ de erradicación forzada violenta».
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A cuatro años de la masacre no existe ninguna persona condenada por estos hechos y el proceso continúa ante la jurisdicción penal militar, por lo que resulta urgente que la Corte Constitucional se pronuncie remitiendo el caso a la justicia ordinaria donde pueda continuar la investigación con garantías para las víctimas, para que se sepa toda la verdad y se haga justicia en el caso.
Además, se debe resaltar que el proyecto Colombia Puede ha intensificado sus esfuerzos para que los cacaoteros de Tumaco y Policarpa, alcancen los requerimientos de calidad y volumen que demandan los clientes, sobre todo los del exterior. Para ello ha realizado grandes inversiones en infraestructura, capacitación, herramientas y maquinaria. Se espera que sus resultados sean mayores y justos ingresos de los cacaoteros y, ante todo, que logren exportar el cacao del pacífico nariñense, Durante el último semestre, el proyecto Colombia puede ha intensificado sus esfuerzos para que los cacaoteros de los municipios de Tumaco y Policarpa alcancen los requerimientos de calidad y volumen que demandan sus clientes. Para ello, se han realizado inversiones por más de 140.000 dólares en infraestructura, equipos, herramientas y maquinaria. De la mano de estas inversiones, el proyecto desarrolla programas de capacitación con las organizaciones beneficiarias para fortalecer su manejo financiero, productivo, comercial y comunicacional.
Finalmente, celebramos que se haya dotado al Consejo Territorial de Paz. Esta entidad que trabaja por la construcción de la paz territorial se hizo acreedora a una serie de elementos de oficina, deportivos, papelería y de bioseguridad, que le permitirán seguir fomentando acciones positivas en el territorio costero.
Por: Guillermo Alfredo Narváez Ramírez

