Del telex al celular

Viendo ayer en el celular las noticias del día tanto en Colombia, como en el mundo, me vino a la memoria, el telex, un aparato que hace rato es de museo, pero que en su último llegó a ser el último alarido de la tecnología, por lo que era infaltable en las salas de redacción de los periódicos y de las emisoras.

El telex, que yo lo calificó como el antecesor del telefax, era un aparato casi idéntico a una máquina de escribir, otra que también es ya pieza de museo, al que había que cargar con un enorme rollo de papel, puesto que todo el santo día, se la pasaba botando noticias de todo el mundo y de los más diversos temas, desde la central noticiosa que estaba situada en Nueva York.

De esta manera, los periódicos y emisoras, generalmente tenían un empleado quien, armado de una regla metálica, iba recortando las noticias y agrupándolas de acuerdo con el tema: nacionales, internacionales, deportes, judiciales, orden público, etc. para luego colocarlas en los escritorios de los periodistas encargados de esos temas.

El telex tenía una curiosa particularidad y era, que cuando se producía una noticia, o mejor, una súper noticia, emitía un agudo pitido que hacía que todos los periodistas saliéramos en desbandada a ver qué había pasado.  A mí, me tocó el episodio del pitido, tres veces estando de turno nocturno, en el periódico donde trabajaba. Mi primera experiencia en ese sentido, fue ver luego de sonar el estruendoso pito, escrito en la hoja dos lacónicas frases: Death Papa o sea murió el Papa, que, en este caso, era Pablo VI; curiosamente pocos días después se repitió este caso, el sonido y otra vez la misma frase, lo que me dejó asombrado, pues pensé que se trataba de una equivocación. Pero, no, había muerto Juan Pablo I, quien solo estuvo 33 días, como máximo jerarca de la Iglesia Católica y el tercer agudo pito, fue cuando renunció Nixon a la presidencia de Estados Unidos.

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Pienso, que ya somos muy contados los periodistas que todavía estamos en circulación que vimos un telex en directo y tal vez yo sea uno de los pocos en el mundo que vi a un telex asesinado a bala.

Fue cuando la gerencia del periodico contrató a un celador nocturno, recién llegado del campo y a la mañana siguiente, le dijo al director, que en la sala de redacción había fantasmas, pero él había matado a uno a balazos. ¿Qué había pasado? Pues que a eso de las 2 de la mañana, se produjo una noticia de último momento, el telex empezó a escribirla y nuestro pobre vigilante creyó que era un fantasma en una máquina de escribir y lo agarró a bala…