Tamá: el oso andino que murió antes de saber qué es la libertad

Bogotá, 18 de diciembre de 2025 – Con profundo pesar, las autoridades ambientales de Colombia confirmaron el fallecimiento de Tamá, el oso andino conocido también como oso de anteojos, durante el proceso de traslado que buscaba reintroducirlo a su hábitat natural en el Parque Nacional Natural Tamá, en el departamento de Norte de Santander, tras más de una década de vida en cuidado humano.

Tamá, un ejemplar de aproximadamente 11 años de edad, había sido rescatado siendo aún un osezno huérfano después de que su madre muriera —según reportes— por actividades humanas. Desde entonces estuvo bajo el cuidado técnico y veterinario de diferentes entidades ambientales, como Parques Nacionales Naturales de Colombia, la Fundación Parque Jaime Duque, el Santuario del Oso de Anteojos, la Fundación Wii, la CAR Cundinamarca, Corpoguavio, Corponor e Inparques Venezuela.

Durante más de once años, expertos trabajaron en su rehabilitación, con el objetivo de devolverlo a su hábitat andino. Su historia alcanzó notoriedad nacional en 2022 cuando Tamá escapó de su recinto en el Bioparque Wakatá, cerca de Bogotá, sobreviviendo en libertad por varios días —un suceso que lo convirtió en símbolo de la resiliencia y el deseo de libertad de su especie.

El traslado de reintroducción comenzó el 16 de diciembre pasado, con todos los protocolos técnicos, médicos y de bienestar animal aplicados. Tamá fue transportado en un helicóptero hacia zonas de páramo en la Cordillera Oriental, en donde se intentaba devolverlo a un entorno natural que favoreciera su supervivencia.

Sin embargo, durante el vuelo de retorno al aeropuerto de Cúcuta Camilo Daza por condiciones meteorológicas adversas que impidieron un aterrizaje seguro, Tamá empezó a presentar signos de dificultad respiratoria. A pesar de los esfuerzos de su equipo médico —quien intentó maniobras de reanimación y atención profesional en pleno vuelo y luego en tierra— el oso no respondió y falleció antes de conocer plenamente la libertad que tanto simbolizaba su nombre y su historia.

Las autoridades ambientales anunciaron que se realizarán las investigaciones necesarias para determinar con precisión las causas médicas de su muerte y asegurar que futuros procesos de reintroducción consideren todos los aprendizajes técnicos. También destacaron que Tamá “se convirtió en un símbolo del compromiso con la conservación de la fauna silvestre” y agradecieron el apoyo institucional y comunitario que su caso generó.

El oso andino (Tremarctos ornatus), especie a la que pertenecía Tamá, está clasificado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, debido a la pérdida de hábitat, fragmentación y amenazas humanas. A nivel nacional, iniciativas como esta buscan fortalecer los esfuerzos por proteger especies emblemáticas y su ecosistema.