Solo falta poner epitafios

En Pasto, hay una zona que se ha convertido de alta peligrosidad, porque ha cobrado la vida de varias personas intentando cruzar de un lado a otro, pero desafortunadamente algunos no han logrado llegar al otro lado.

Esto me recuerda a una historia que me contó mi madre sobre lo que pasaba en la zona donde hoy está construido el Santuario de Las Lajas, que es reconocido a nivel mundial.

Mi madre me contaba en alguna oportunidad que conoció de sus abuelos que antes de construirse el Santuario, era una peña bastante peligrosa y solo había un camino donde debían cruzar en grupos tanto de Ipiales a Potosí como Potosí e Ipiales.

La sorprendente de esa historia que me llamó la atención fue cuando me explicó que se reunían 5 o 10 personas para poder pasar por ese camino donde tenía que cruzar una cueva, lo cual siempre el último no pasaba.

Y, así se ha convertido la vía nacional en inmediaciones de los barrios El Dorado y Paraná ubicados en la zona norte de Pasto junto al intercambiador Agustín Agualongo, donde muchas personas queriendo cruzar esta vía no han logrado pasar.

Desde la calle 16 hasta cerca de la fuente de la Transparencia, se han registrado varios accidentes donde ha cobrado vidas y otros han quedado gravemente heridos, sin que algunos casos se han quedado en la impunidad y otros que sí se han hecho justicia.

Uno de los casos más sonados fue el choque de un vehículo donde viajaban unos profesionales de la salud que desafortunadamente todos fallecieron calcinados, peor con el pasar del tiempo hicieron justicia y tuvieron que pagar indemnizaciones.

Así sucesivamente en esta zona se han venido registrando varios accidentes cobrando vidas de hombres y mujeres que el intento de cruzar una calle, han sido arrollados como el último caso donde una adulta mayor no alcanzó a llegar a su destino y murió tras ser arrollada por una motocicleta.

Otro de los accidentes que fue bastante sonado en los medios de comunicación fue el presunto exceso de velocidad de un vehículo en donde le costó la vida a una joven empleada de Corponariño, oriunda del municipio de La Cruz Nariño.

Así mismo perdió la vida un peatón en inmediaciones de la calle 16, cuando intentaba cruzar la vía principal de un sector a otro y fue arrollado por un vehículo que de manera instantánea falleció.

En esta zona solo falta es instalar las cruces o epitafios de los fallecidos y queda como un campo santo, debido a la cantidad de personas que han fallecido en este paso nacional.

Por estas razonas de peligro las autoridades deberían tomar medidas o buscar alguna estrategia para evitar que sigan ocurriendo siniestros viales como los que se han registrado que lamentablemente varias familias han quedado de luto.