En este Día Internacional de la Mujer, es esencial que nos detengamos a reflexionar sobre un tema que a menudo se esconde en las sombras de nuestra realidad cotidiana: la falta de solidaridad entre nosotras, mujeres que comparten un viaje en este complejo camino de la vida.
Es tiempo de mirarnos al espejo con honestidad y reconocer que, a veces, nos colocamos sancadillas en el camino hacia nuestros propios propósitos. En lugar de apoyarnos mutuamente, caemos en la trampa de la envidia, viendo los logros de nuestras compañeras como amenazas más que como inspiraciones. Este 2024 debería ser un punto de inflexión, un momento para romper con estos patrones destructivos.
La realidad es que hemos sido testigos de situaciones donde las cuchilladas de la envidia han empañado la posibilidad de una verdadera alianza femenina. Hablamos mal a espaldas, tejemos rumores sin tener certeza de la verdad, y a menudo nos convertimos en instrumentos de destrucción para la reputación de otras mujeres. Es hora de dejar atrás estas actitudes tóxicas y mirarnos con empatía y comprensión.
¿Acaso no es cierto que, detrás de las sonrisas que compartimos en público, cada una de nosotras carga angustias, dolores y amarguras? En lugar de perpetuar la idea de que somos enemigas naturales, deberíamos reconocer la verdad que se oculta tras esa fachada de fortaleza. La solidaridad de género no es solo un concepto bonito, sino una necesidad urgente.
Este llamado a la solidaridad no distingue entre amigas y no amigas, conocidas y desconocidas. Es un recordatorio de que somos más fuertes cuando nos apoyamos mutuamente, cuando extendemos una mano sin importar el historial de nuestra relación. En este 2024, insto a cada mujer a usar esos «rayos x» de empatía, a ver más allá de las apariencias y comprender que todas enfrentamos batallas internas.
No se trata solo de un deseo superficial en este Día de la Mujer. Es una llamada a la acción, un compromiso con la construcción de puentes en lugar de muros, de apoyar en lugar de competir. La vida ya es lo suficientemente desafiante como para que nosotras mismas nos convirtamos en obstáculos unas para otras.
Que este día sea un recordatorio de la fuerza que surge de la unión, y que la solidaridad de género triunfe sobre la discordia. Feliz Día de la Mujer.

