La noche del 17 de noviembre de 2025, una creciente súbita en la quebrada El Hato, en el municipio de Silvania (Cundinamarca), transformó un viaje familiar en tragedia. Un vehículo que intentaba cruzar un puente fue absorbido por la fuerza del agua, lo que resultó en un muerto, varios desaparecidos y una sola sobreviviente.
La única persona que logró salir con vida, identificada como Sara Gabriela Villota (22 años), narró en detalle el horror de esos segundos. Según su testimonio, mientras avanzaban por la vía inundada, el carro —un Nissan Sentra— fue de pronto succionado por la corriente. En medio del caos, uno de los vidrios traseros del vehículo se rompió; ese instante fue clave para que ella y su hermana fueran expulsadas por la fuerza del agua.
Sara relata que la presión del agua los arrastró violentamente: “nadaba, me pegaban cosas, volvía al fondo, otra vez intentaba salir; vi árboles, me lancé hacia ellos…”, relató la joven. A pesar de lograr aferrarse a unos árboles, el carro “se hundió por completo”.
Tras el incidente, las autoridades recuperaron el cuerpo sin vida de su abuelo, Segundo Villota, pero hasta ahora no logran ubicar a su madre, su hermana de 16 años y su abuela, quienes viajaban en el mismo vehículo.
La tragedia ha dejado a varias familias damnificadas, con decenas de viviendas afectadas por las lluvias y las crecientes. El municipio declaró calamidad pública, mientras los organismos de rescate mantienen los operativos en la zona en busca de los desaparecidos.