En el corazón del barrio obrero de Pasto, un fenómeno sorprendente ha capturado la atención de los residentes y preocupado a las autoridades locales. Las interminables filas de personas aguardando para obtener un turno y ser visitadas por los encuestadores del SISBÉN revelan una realidad preocupante: el acceso a los beneficios socioeconómicos se ve obstaculizado por largas esperas y una falta de priorización.
La plataforma nacional del Sisbén, gestionada por el DNP a nivel nacional y por las alcaldías a nivel local, promete beneficios en salud y subsidios para hogares de escasos recursos. Sin embargo, el proceso de inscripción y clasificación presenta serias deficiencias que están afectando a miles de familias necesitadas.
El principal problema radica en la demora de las citas. Se estima que los tiempos de espera pueden extenderse hasta seis meses, dejando a muchas familias en una situación de incertidumbre y desesperación. Peor aún, algunos individuos se ven obligados a hacer fila durante horas en busca de un turno, solo para descubrir que las citas son inalcanzables. El resultado es una escena desoladora de personas desesperadas por acceder a los beneficios que tanto necesitan.
La situación se agrava aún más por la presencia de intermediarios que lucran con la desesperación de los ciudadanos. Desde altas horas de la madrugada, se reportan individuos que hacen fila con la intención de vender sus turnos a aquellos que no pueden permanecer durante la noche en el lugar. Esta práctica no solo perpetúa la desigualdad, sino que también socava los esfuerzos de las autoridades por mejorar la eficiencia del sistema.
A pesar de los intentos de la Alcaldía de Pasto por abordar esta problemática, la realidad sugiere que se necesitan medidas más enérgicas y efectivas. La venta ilegal de turnos persiste, y las consecuencias son devastadoras. Muchas familias corren el riesgo de perder los subsidios de vivienda debido a la falta de sistematización en el proceso de clasificación. Sus fechas de encuesta están programadas para meses después, lo que deja en el limbo la posibilidad de acceder a una vivienda digna.
Es evidente que se requiere una acción urgente por parte de las autoridades. La Alcaldía de Pasto debe iniciar una jornada especial para abordar este problema de raíz y garantizar que los beneficios del Sisbén lleguen a quienes más los necesitan. Es imperativo que se implementen medidas para priorizar casos urgentes y atender las necesidades más apremiantes de las familias de escasos recursos.
Si bien la calificación socioeconómica es importante, no puede ser el único criterio para determinar la elegibilidad para los beneficios del SISBÉN. Es fundamental que se considere la situación particular de cada familia y se tomen decisiones informadas y humanitarias.
En última instancia, el Sisbén tiene el potencial de ser una herramienta poderosa para combatir la pobreza y promover la inclusión social. Sin embargo, para que este potencial se materialice, es crucial que se aborden los desafíos estructurales que actualmente lo están limitando. La hora de actuar es ahora, antes de que más familias caigan en el abismo de la desesperación y la desigualdad.

