El municipio de Buenos Aires, en el norte del departamento del Cauca, sufrió una intensa jornada de violencia este martes, cuando disidencias de las Farc lanzaron un ataque armado que se prolongó por más de siete horas, dejando graves daños materiales, uniformados heridos y a la población civil atrapada en medio del fuego cruzado.
La ofensiva, atribuida a la estructura Jaime Martínez de ese grupo armado ilegal, comenzó temprano en la mañana y se centró en la estación de Policía, la Alcaldía, la sede del Banco Agrario y otras edificaciones públicas, que quedaron parcialmente o totalmente destruidas tras el uso de explosivos, cilindros bomba y ráfagas de fusil.
Durante el asedio, 17 policías resistieron el ataque, enfrentándose a más de 100 hombres armados mientras las vías de acceso al municipio fueron bloqueadas para ralentizar la llegada de refuerzos. En el enfrentamiento varios uniformados resultaron heridos y la fuerza pública tardó horas en recibir apoyo militar.
Los residentes, muchos de ellos despertando para celebrar la novena navideña, vivieron momentos de terror al verse obligados a buscar refugio en iglesias y el cementerio, y catorce familias quedaron sin techo tras el derrumbe de sus viviendas.
Autoridades han señalado además la posible participación de menores de edad reclutados por las disidencias en el ataque, lo que agrava aún más la situación de violencia en la región.
El alcalde de Buenos Aires ha denunciado demoras de más de cinco horas en la llegada de apoyo militar, en plena confrontación, y ha exigido mayor presencia del Gobierno para garantizar la seguridad de la población y comenzar la reconstrucción de la infraestructura dañada.
Este nuevo episodio de violencia evidencia la precariedad de la seguridad en zonas del Cauca donde los grupos armados ilegales mantienen su influencia y genera preocupación por el bienestar de las comunidades que han sufrido desplazamientos y pérdidas materiales significativas.

