Carlos Santa María

Sería un alivio que…

Por: Carlos Santa María

En un reciente programa de la radio W se solicitaba a la gente que pusiera en evidencia lo que le produciría un descanso para este tiempo tan crudo que se vive en el país.

Al respecto, hice una selección de los cinco temas que harían la vida de los colombianos mucho más descansada, vital, alegre, sin la constante de una carga económica y socio política tan enorme pese a ser un país pleno de riqueza humana y material.

En primer lugar, una gran mayoría considera que estaría mucho mejor si definitivamente el costo de vida descendiera siquiera un poco ya que ahora la canasta familiar ha aumentado en cerca de un 50%, pese a que en ciertos casos es mucho mayor. El precio de los huevos, carne, pan, arroz, papas, leche, frutas y hortalizas, se han vuelto inalcanzables.

«Aliviará nuestra vida que las autoridades respondan con hechos concretos pensando en las dificultades que vive especialmente la gente humilde, ya agobiada por décadas de sufrimiento. La verdadera Navidad debe llegar realmente».

Lo anterior es signo preocupante ya que por consiguiente trae aparejado el aumento en la desnutrición de los niños preferentemente, agravado por los productos artificiales empaquetados que provocan enfermedades en alto grado. Las propuestas van en el sentido de exigir que los gobiernos nacional, regional y local utilicen conjuntamente todos los instrumentos de control para resolver tan álgida situación y que se aplique lo antes posible una política de nutrición saludable empleando toda la diversidad que produce la naturaleza en este país.

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En segundo lugar, se reclama un respiro siquiera en este periodo de Navidad y Año Nuevo referente a la violencia que se ha ensañado en la nación donde asesinar requiere en muchos casos cantidades pequeñas en el sicariato y el robo cotidiano es generalizado, lo que pone a toda persona en riesgo. 

Recientemente se vio un video donde a una señora le es arrebatado su bolso, lanzada al piso y golpeada de tal modo que fallece posteriormente. El pueblo está asustado.

Aliviará nuestra vida que las autoridades respondan con hechos concretos pensando en las dificultades que vive especialmente la gente humilde, ya agobiada por décadas de sufrimiento. La verdadera Navidad debe llegar realmente.