Serendipia, según la Real Academia de la Lengua Española, es la capacidad de hacer descubrimientos sin buscarlos, podríamos usar el término, por accidente. Esa acción divina que hace que las cosas se den en el momento justo y termine dándose, lo que con seguridad, en otro tipo de situación no iba suceder.
Cuando escuche este término, miles de cosas se me vinieron a la cabeza, y es que es algo tan aplicable a la vida misma como la acción de respirar o abrir los ojos a un nuevo día.
Cuantas sorpresas no tenemos en nuestro día a día, y en ocasiones, no las dimensionamos así, nos hemos enseñado a cosas magnificas y grandiosas, a grandes pompas y lujos, pero a las cosas cotidianas y que salen del corazón, ya no las tomamos en cuenta.
La historia cuenta que Alexander Fleming, connotado científico, un día olvido limpiar sus placas de Petri en el descanso de vacaciones, cuando regreso a su laboratorio, se percató que a dichas placas en donde estaban varias muestras de estafilococo, les había salido moho, el doctor Fleming miro detenidamente estas placas y observó que en el lugar en donde había moho, la bacteria estaba debilitándose, esto después daría paso al descubrimiento de la penicilina, el antibi&o acute;tico que ha permitido superar tantas y tantas afecciones a la salud a nivel mundial.
Así como el doctor Fleming hizo este descubrimiento, nosotros también hacemos pequeños hallazgos por azar, no de la magnitud de la penicilina, o quién sabe si es así, pero por lo menos, esas situaciones alegran y mejoran nuestro diario vivir.
A ustedes, apreciados lectores, les recomiendo dejarse sorprender por la vida, arriesgarse a descubrir y dejarse descubrir también; viajar, amar, conocer y disfrutar de la vida al máximo porque esta historia es tan corta, que en algún momento este viaje se termina, así que dejemos de vez en cuando que la providencia tome por un momento las riendas de nuestra existencia y que cada jornada, por oscura que sea, nos sorprenda, encontremos en la vida las cosas maravillosa que nos ofrece a diario y así esta historia será cada vez más emocionante, más alegre, más vida, menos fría y distante.
Pero para hacer esto, también es nuestro deber que estemos más atentos a lo que pasa a nuestro alrededor, muchas de las cosas buenas de la vida se pierden por la atención que le ponemos a situaciones que ningún beneficio le traen a nuestra existencia, nos desgastamos en cosas frívolas y poco beneficiosas, que las oportunidades pasan y pasan frente a nosotros y no las aprovechamos.
Que estos días estén llenos de serendipias para todos, la felicidad que producen no tiene comparación.
Por Mauricio Fernando Muñoz Mazuera

