Manuel Rosero

Sentimientos de Navidad

A pocas horas para Nochebuena y nueve días para decir adiós a 2021, hemos vivido otro año anormal -porque eso de la nueva normalidad no existe- y esta realidad deja un sentimiento de nostalgia en la sociedad, ansiosa por volver a vivir como siempre ha sabido hacerlo.

Llegadas estas fechas, que bailan entre la ilusión y la melancolía, siempre se tiene espacio para reflexionar sobre las fiestas que están a punto de comenzar y sobre estos últimos doce meses, al tiempo de fijar la vista en 2022, porque, si 2021 fue el año de la esperanza, el próximo es el del convencimiento de que todo, por fin, irá bien.

Fue un año de transición, en donde muchos perdimos a seres queridos y de alguna manera deja ese sentimiento de melancolía, en donde se sentirá la ausencia de abuelos, padres, hijos, en fin, familiares que sucumbieron ante el embate de la pandemia y que dejan un vacío en el corazón.

Como no recordar las cenas navideñas antes de la llegada del nuevo coronavirus, en donde la familia se reunía sin restricciones, quien iba a pensar que llegaría una enfermedad que trastocaría todas nuestras costumbres y nos dieran otra perspectiva de como sobrellevar la vida.

Ir de fiesta, reunirse con la familia y celebrar las novenas son algunas de las actividades que dejamos de realizar hace un año debido al aislamiento obligatorio a raíz de la pandemia. Aunque con esta medida se salvaron cientos de vidas, las personas aún se recuperan de las afectaciones psicológicas que dejó el encierro.

Después de pasar una Navidad confiscados, la efusividad, el poco control de impulso y la ansiedad serán varios de los estados a los que nos veremos expuestos durante este periodo de ‘libertad’.

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Durante la Navidad los comportamientos son contagiosos, la acción de realizar ceremonias, preparar comidas tradicionales e ir de fiesta se convierten en actos repetitivos que podrían dejar un alto número de contagios para el 2022.

Por último en estos últimos días no bajemos la guardia y por eso es importante utilizar alcohol glicerinado o gel antibacterial si no tiene acceso al lavado de manos, utilizar siempre de forma correcta el tapabocas, abstenerse de asistir a sitios de alta afluencia de personas y evitar espacios cerrados o de poca ventilación, todo por nuestra salud y la de nuestras familias y amigos.

Es importante recordar que el virus no se ha ido, esta entre nosotros, en otras formas y síntomas, el hecho de que la vacunación ha bajado los índices de contagio no implica que nos relajemos y que la pesadilla del 2020 vuelva a repetirse y que el espíritu de la Navidad reine en todos los corazones.

Por: Manuel Antonio Rosero Trejo