Muchas son las quejas que se escuchan por los diferentes medios de comunicación, especialmente los radiales e independientes, sobre lo que viene sucediendo con Comfamiliar de Nariño. También nosotros, desde estas páginas, lo hemos denunciado y también desde otros medios. No es posible que primero se haya acabado con el legendario hotel Agualongo, un símbolo para el turismo, un patrimonio para la historia de Pasto y de Nariño.
Se había convertido en una EPS con más de diez mil afiliados y si los servicios no eran los mejores era buena labor que realizaba en este campo, sin embargo, también acabaron con ella; y pensar que en su momento licitaron ante la Fiduciaria para afiliar a los maestros de Pasto y de Nariño, menos mal que el magisterio, supo unirse, demostró su oposición y seguimos gozando del buen servicio que nos presta Proinsalud. Qué tal si el magisterio de Nariño se afiliaba a Comfamiliar, hoy estaríamos en la ‘olla’.
A las anomalías anteriores se agrega el hecho de que esta entidad, ejemplo de malas y politiqueras administraciones, poco a poco va privatizando el Parque Infantil, un parque que no es de su propiedad sino de la Alcaldía de Pasto a quien se lo entregó la Gobernación de Nariño, y que le fue entregado tan solo para su administración, mas no para hacer negocio como lo viene haciendo con el deporte que prácticamente ya lo ha privatizado.
Primero fue con la cancha de microfútbol que al hacerla sintética se empezó a alquilarla; ahora hace lo mismo con la cancha de baloncesto y lo peor, de 11:00 a 3:00 de la tarde el Parque Infantil permanece cerrado, nadie puede entrar a él, una prueba de su privatización. ¡Carajo! y nadie dice absolutamente nada.
Se hace necesario y urgente que se revise en qué condiciones la Gobernación de Nariño entregó a la Alcaldía el Parque Infantil y esta a Comfamiliar, a lo mejor algún alcalde que se dejó meter el diablo al bolsillo lo haya vendido, eso no lo sabemos pero lo vamos a averiguar.
Ya empezamos a hacerlo, porque no se puede permitir situaciones que van en contra del sano esparcimiento, en contra del deporte y la recreación de los pastusos de todas las edades, niños, jóvenes, adultos, de tercera edad, hombres y mujeres, constituyéndose Pasto La Gran Capital en una de las pocas ciudades colombianas donde para hacer deporte se tiene que pagar, y eso que es una Ciudad Biodiversa. Pensar que en este parque aprendí a caminar por allá en 1954.
Por: Jorge Arturo Bravo

