Una nueva tragedia golpeó al municipio de Barranca de Upía, en el departamento del Meta, tras la desaparición del agricultor conocido como Manuel, quien fue arrastrado por la creciente del río Upía en la vereda Las Moras. El hecho ocurrió cuando el hombre intentaba cruzar uno de los brazos del río para regresar a su finca, en medio de un fuerte aguacero que incrementó peligrosamente el caudal.
Hechos
Según relataron testigos, Manuel, acostumbrado a enfrentar este tipo de pasos inseguros por necesidad, intentó avanzar como lo hacía habitualmente, pero la corriente lo sorprendió y no logró salir a flote. Horas después, durante las labores de búsqueda, organismos de socorro y vecinos de la zona encontraron una tula con pertenencias que presuntamente eran del desaparecido, lo que aumentó la angustia entre sus familiares y amigos. Pese al esfuerzo, hasta el cierre de esta nota no se había hallado el cuerpo, y la posibilidad de encontrarlo con vida se desvanecía con el paso de las horas.
Problemática
Este doloroso caso ha puesto en evidencia una problemática que por años ha afectado a las comunidades rurales del municipio, la ausencia de infraestructuras seguras para cruzar los afluentes. En muchos sectores, como Las Moras, los habitantes deben arriesgar sus vidas para transitar por pasos improvisados o cruzar a pie, aún en temporadas invernales, debido a la falta de puentes o alternativas adecuadas.
“Ahí se refleja la necesidad urgente de la construcción de un puente que sirva de paso para proteger nuestras vidas. Hacemos un llamado a las petroleras, empresas locales, la administración municipal y al Gobierno del Meta para que esta causa no siga siendo invisible”, expresó un habitante del sector, visiblemente afectado. Sus palabras reflejan el sentir de una comunidad que ha sido históricamente ignorada y que ahora, con esta posible pérdida, exige soluciones inmediatas.
Mientras continúan las labores de búsqueda, la esperanza se mezcla con el dolor y la indignación. La comunidad solo espera que esta pérdida no sea una más en la estadística, sino un punto de quiebre que obligue a las autoridades a actuar con responsabilidad y humanidad.

