El mundo enfrenta una ola de cambios climáticos sin precedentes; los diferentes fenómenos que vivimos; calor, frio, vientos y derivados de estos incendios forestales en ciertas regiones del planeta. En contexto el mundo es un sistema complejo que se auto regula debido a las afectaciones mismas que se ve expuesto, es lo que conocemos como la homeostasis; que no es otra cosa que buscar un equilibrio para sobrevivir.
Así las cosas, en estos últimos 50 años el planeta se ha visto envuelto en una afectación sin precedentes derivado de procesos productivos inadecuados que generaron contaminación y también por la misma carga de desechos que generan los seres humanos al medio ambiente; residuos orgánicos y desechos de todo tipo.
Ahora bien, en la cumbre de la tierra en Rio de Janeiro desde 1992 se establecieron los acuerdos del desarrollo sostenible y posteriormente en Nueva York los Objetivos del Desarrollo Sostenible; ¿pero ¿qué tan cierto es que estos acuerdos y pactos multilaterales se estén cumpliendo? Si bien se concluyó que el concepto de desarrollo sostenible era un objetivo alcanzable para todas las personas del mundo, independientemente de que fueran a nivel local, nacional, regional o internacional; esto no se esta cumpliendo de manera juiciosa; ya en 2015 los ODS marcan una carta de navegación que procura mejorar las condiciones de vida y lograr la equidad en el planeta y aquí un tema vital que se puede catalogar como columna vertebral es precisamente el ambiental.
La COP procura en el año 2050 que la biodiversidad se valore, conserve, restaure y utilice de forma sostenible para garantizar un planeta sano y un futuro en el que las personas vivan en armonía con la naturaleza; obviamente partiendo de un equilibrio entre los pilares del desarrollo sostenible; para esto es necesario el cumplimiento de los ODS.
Ahora bien, el sistema productivo y comercial multilateral presenta dificultades profundas. Estamos en retroceso unilateralismo, al todo vale, a la ausencia de reglas y de institucionalidad. La conferencia Ministerial de la OMC, realizada en Ginebra en el 2023, no solamente se constituyó en un fracaso monumental, sino que, con la complicidad de la organización y de los países desarrollados, decidió mantener y profundizar la incertidumbre; esto ha llevado a varios países a incumplir esos acuerdos marco para protección ambiental definidos en los ODS y que se tratan también en la COP.
Por eso es Urgente que en esta conferencia se toquen nuevamente no los retos que se tienen en materia de protección ambiental y climáticas sino revisar las tareas y compromisos que tienen los diferentes países y sus economías en aras de un bienestar colectivo a nivel ambiental global.
Javier Recalde Martínezjavierecalde.jrm@gmail.com