La inseguridad en el sistema TransMilenio sigue creciendo a un ritmo alarmante, y la estación San Mateo, en el municipio de Soacha, se ha consolidado como uno de los puntos más críticos. Lo que debería ser un espacio seguro de transporte para miles de ciudadanos, hoy es escenario frecuente de robos por cosquilleo, riñas entre pasajeros y enfrentamientos violentos con colados.
El pasado 17 de julio de 2025, una mujer fue víctima de hurto al ingresar a la estación San Mateo de TransMilenio. Según testigos, al abordar el bus en medio del tumulto, se dio cuenta de que ya no tenía sus pertenencias. Las bandas de cosquilleo que operan en las puertas aprovecharon el caos para robarla. La mujer, devastada, se sentó a llorar sin saber qué hacer, reflejando la dura realidad que enfrentan a diario cientos de usuarios en este sistema.
Usuarios denuncian que las manos hábiles de los ladrones actúan en segundos, especialmente en las horas pico, donde el hacinamiento favorece el robo de celulares, billeteras y pertenencias sin que los afectados se den cuenta. A esto se suma el creciente número de peleas verbales y físicas
A diario, miles de personas arriesgan su seguridad mientras esperan o abordan un articulado en San Mateo, sin contar con una presencia policial constante, ni con cámaras de vigilancia operativas. Aunque se han anunciado intervenciones por parte del Distrito y el municipio, en la práctica los problemas persisten y se agravan.
Los pasajeros exigen acciones urgentes: mayor pie de fuerza, vigilancia tecnológica, campañas de cultura ciudadana y operativos contra colados y delincuentes. La comunidad teme que, si no se toman medidas reales, la estación se convierta en una zona de alto riesgo permanente, lo cual afectaría no solo la movilidad sino la confianza en el sistema.