Por: Víctor Rivas Martínez
El jueves 31 del mes de julio, a las 11 y 44 am, despegó desde Bogotá con destino a Pasto el vuelo 9401, el cual debía aterrizar aproximadamente una hora más tarde en el aeropuerto de Chachagüí. El vuelo transcurrió normalmente, cuando estaba a punto de aterrizar, a escasos metros del suelo de la pista, el avión aceleró y volvió a tomar altura.
Que aborte un vuelo en el aeropuerto de Chachagüí, no es ninguna novedad. A esas eventualidades estamos acostumbrados. Lo que molesta, es que en vez de dirigirse a el aeropuerto San Luis de Aldana, los pilotos de Avianca, sin explicación alguna, devuelvan a los pasajeros a Bogotá, cuando es más económico desviar a el aeropuerto San Luis de Aldana, o a el de Cali, desde donde en corto tiempo se podrían intentar nuevos aterrizajes.
Por lo anterior, nos parece oportuna la proposición que presentó el concejal de Pasto, Javier Mauricio Torres Silva, mediante la cual se:” Solicita a las autoridades nacionales del sector aeronáutico el reconocimiento del Aeropuerto San Luis de Aldana, como aeropuerto alterno del Aeropuerto Antonio Nariño que sirve a la ciudad de Pasto, y se convoca a sesión de trabajo con las entidades competentes.”
Esta proposición fue aprobada por el concejo de Pasto, y fue dirigida a: La Aero Civil, el Ministerio de Transporte, la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil y demás autoridades competentes del orden nacional, para designar al Aeropuerto San Luis de Aldana, como aeropuerto alterno al de Chachagüí.
Esta iniciativa debemos apoyarla todos los sectores políticos, económicos y sociales, si queremos que Nariño, tenga una adecuada conectividad aérea.
El aeropuerto San Luis de Aldana, usualmente nunca se cierra y, por el contrario, con unas adecuaciones necesarias, perfectamente podría prestar un adecuado servicio. Esto ya está probado, por cuanto últimamente a muchos nos ha tocado desplazarnos hasta Aldana para tomar vuelos a Bogotá y otros destinos, sin ninguna clase de incomodidades.
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