En las calles de Pasto vuelve a sonar un ritmo que nace del alma: la salsa. Y lo hace gracias a Salsa Solar, una iniciativa sin ánimo de lucro que ha convertido los barrios en escenarios vivos, donde la música, la alegría y la comunidad se abrazan bajo el sol.
Recientemente, el barrio Santa Bárbara fue testigo de esta fiesta que ya suma cuatro ediciones, creciendo con fuerza en el corazón de los amantes del vinilo y de los sonidos clásicos. Para Marly Zambrano, una de las organizadoras, cada encuentro es mucho más que música: “Salsa Solar es un acto de amor por nuestra cultura. Queremos que la salsa vuelva a las calles, donde siempre ha pertenecido, y que todos, desde los más pequeños hasta los abuelos, la sientan suya”.
Lejos de los escenarios comerciales, este proyecto recupera el espíritu comunitario y familiar de la salsa, apostándole al reencuentro de generaciones, al intercambio de historias y a la pasión por el coleccionismo musical. Jóvenes, coleccionistas y vecinos se suman en cada jornada para compartir no solo discos, sino memorias y sueños.
Con el apoyo de las juntas de acción comunal y el esfuerzo incansable de sus organizadores, Salsa Solar sueña con recorrer cada rincón de Pasto, llevando en cada vinilo una promesa: mantener viva la herencia de la salsa en el corazón de su gente. Para ser parte de este movimiento, basta con dejarse llevar por la música y seguir sus redes sociales bajo el nombre Salsa Solar.
Hacen parte de Salsa Solar:David Enríquez, Marly Zambrano, Alex Parra, Giovanny López, David Botina, Juan Manuel Delgado y Andrés Felipe Rojas, quienes visitan los barrios de Pasto impulsando este género musical.