Clamor para que negociación del salario mínimo se haga con responsabilidad

En comunicación que fue socializada en todo el paìs, un centenar de expertos hizo un llamado a la Mesa de Concertación del Salario Mínimo para que la negociación del aumento salarial de 2026 se realice con responsabilidad y bajo criterios técnicos.

En la misiva los firmantes reconocen que el salario mínimo es una herramienta clave para garantizar dignidad y protección a los trabajadores formales, en un contexto económico que busca crecimiento y mayor generación de oportunidades. Por ello, resaltan que contar con un piso salarial sólido y sostenible es fundamental para impulsar la equidad y fortalecer la protección social.

Advierten que la mesa, integrada por trabajadores, empleadores y el Gobierno, debe orientarse a lograr acuerdos que reflejen la realidad económica del país, con el propósito de alcanzar una concertación efectiva.

Papel principal

El documento señala que el salario mínimo cumple un papel central en la economía nacional, pues incide directamente en la demanda de empleo formal, la oferta de trabajo, la competitividad, la sostenibilidad del sistema pensional y las finanzas públicas.

Por esta razón, su definición debe ajustarse a los lineamientos constitucionales y legales, que garantizan un ingreso vital y móvil, acorde con la inflación y el comportamiento de la productividad laboral.

Los 115 firmantes subrayan que, en economías modernas, es natural que los salarios, incluido el mínimo, se actualicen para compensar la inflación causada o esperada. Asimismo, consideran que las ganancias en productividad deben reflejarse en mejores ingresos, de manera que se impulsen el crecimiento económico y la generación de empleos de calidad.

Las advertencias

El pronunciamiento advierte que el salario mínimo no es, por sí solo, la herramienta más idónea de política social para corregir los problemas de distribución del ingreso y equidad. En ese sentido, destacan que otras medidas pueden resultar más efectivas para evitar la disyuntiva entre favorecer a quienes tienen empleo formal y perjudicar a quienes están desempleados o en condiciones de informalidad.

Cifras inquietantes

Las cifras que presentan son contundentes: en Colombia, el 55% de los ocupados es informal, proporción que asciende al 80% en el campo. Además, por cada trabajador que recibe salario mínimo hay cuatro personas en la informalidad.

En este contexto, los expertos insisten en que las variables más relevantes para la concertación deben ser la inflación y la productividad.

Los firmantes alertan que los incrementos del salario mínimo que superan la inflación y la productividad pueden generar efectos contrarios a los deseados.

Entre estos impactos mencionan un aumento de la informalidad y mayores presiones sobre los precios, que terminan afectando con mayor intensidad a la población de menores ingresos.

También se subraya el impacto fiscal. El Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2025 contempló un incremento del salario mínimo del 7,1%. 

loading...
De acuerdo con estimaciones de la Anif, cada punto porcentual adicional de aumento tendría un costo cercano a los 240.000 millones de pesos en pensiones y alrededor de 600.000 millones de pesos en gasto total no financiado para la Nación.

Criterios técnicos

De cara a la negociación del salario mínimo para 2026, los firmantes instan a los actores de la mesa de concertación a alcanzar un acuerdo responsable, sustentado en criterios técnicos. Señalan que solo de esta manera se protege a los trabajadores formales y se abren oportunidades para quienes hoy permanecen en la informalidad o están en búsqueda de empleo.

El mensaje concluye con un llamado a un diálogo serio que permita llegar a un acuerdo justo, sostenible y favorable tanto para el empleo formal como para el crecimiento económico del país.

TITULO (RECUADRO)

Los firmantes

Entre los 115 firmantes, hay varios nombres ampliamente reconocidos por su paso por cargos de alto nivel en el sector público, la academia y el sector privado.

Entre ellos aparecen el exministro de Educación y de Salud, exrector universitario, Alejandro Gaviria, el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, excanciller, exdirector de Planeación Nacional y expresidente de organismos económicos internacionales,  el también exministro de Hacienda, Rudolf Hommes, el exgerente del Banco Central, Juan José Echavarría, el exministro de Tecnologías de la Información, Francisco José Lloreda,