Por Mauricio Fernando Muñoz Mazuera
En la semana pasada comenzó a sonar fuerte un run run muy incómodo para los aficionados del Deportivo Pasto, Según informó el programa “En la jugada” y posteriormente otros medios nacionales, el equipo volcánico cambiará de administración tras una posible venta a un grupo inversor. No trascendió quiénes son los nuevos propietarios ni se confirmó si el presidente Óscar Casabón se mantendrá en el cargo. Al parecer, los nuevos dueños estuvieron en el partido contra Santa Fe, lo que confirmaría la negociación.
Actualmente Deportivo Pasto es una sociedad anónima sin ánimo de lucro con unos socios quienes deciden temas administrativos del equipo. No obstante, desde hace varios años atrás se ha venido hablando de la posibilidad de conversión hacia Sociedad Anónima para que particulares sean los propietarios del equipo dejando atrás la figura de asociación que en Colombia es poco común a excepción del Deportivo Cali.
Días después, en un escueto y, hasta descarado comunicado, los encargados de los medios de comunicación de Deportivo Pasto dijeron que “no se ha realizado ninguna venta del club y que desconocen la veracidad de esa información”; en el mismo comunicado informaron que “la formadeasociación sin ánimo de lucro que tiene el equipo, impide la existencia de accionistas o la posibilidad de transferir participación accionaria, este modelo lo diferencia de las Sociedades Anónimas y protege su estructura organizativa, según lo contemplan sus estatutos”. El comunicado finalizaba con la siguiente frase “Seguiremos trabajando en el futuro y no habrán cambios institucionales”
Yo no tuve el gusto de nacer con el referente de un equipo de futbol en la máxima categoría del rentado colombiano, en esa época nos tocaba alegrarnos por la victoria de equipos ajenos a la región, por esa razón, entiendo lo importante de que haya la mayor transparencia posible en lo que tiene que ver con nuestro Deportivo Pasto, porque yo sí quiero que las niñas y niños de mi ciudad tengan como referente de su cultura e idiosincrasia al equipo de su tierra. Detrás del uniforme plagado de patrocinadores, están los colores de la bandera de nuestro municipio diseñada por el connotado Ignacio Rodríguez Guerrero, aquel rojo que recuerda la sangre y entrega de tantos y tantos pastusos que han tenido que morir a lo largo de la historia prolífica de nuestro pueblo, el azul que rememora un hermoso cielo de verano en nuestras tierras, y el amarillo que no es otra cosa que la riqueza de nuestro terruño en conjunción con el sol que la baña día a día, los colores que nos representan.
El equipo está unido a nuestra historia, ha grabado con letras de oro tardes y noches inolvidables en el Libertad con el fondo del imponente Galeras, sus triunfos nos han hecho soñar, y sus derrotas nos han unido. Por esa razón, les pido a los asociados del equipo, que por una vez en sus vidas, asuman su deber con responsabilidad, que estén pendientes de lo que sucede con el equipo, que no se arrodillen ante el caporal que funge como presidente del equipo, que tengan los pantalones para exigir la verdad alrededor del equipo volcánico y sacar la misma a relucir lo más pronto posible, porque todo lo que se hace en el silencio y en medio de la oscuridad, no puede traer nada bueno. En el año 1996, entre políticos y gobernantes de la región se sacó adelante la idea de un equipo de futbol que aglutinara el sentimiento de los pastusos, es la hora de revivir ese espíritu y culminar con la nefasta dirección del actual presidente y los secuaces que tiene en la junta directiva que, en tantos años de dirigencia, solo entregan cifras en rojo, y ahora, quieren hacer pedazos al Deportivo Pasto, patrimonio y orgullo de todos.