
La presión militar y diplomática de los Estados Unidos ha empujado al narcotráfico en Colombia a modificar rutas, elevar precios y diversificar mercados. Frente al endurecimiento en el Caribe y el Pacífico, los carteles y redes ilícitas adaptan sus estrategias hacia África, Europa, Asia y Oceanía.
1. Cambio de mercados: de EE.UU. a Europa, África y Asia
Bajo vigilancia intensa en el Caribe y el Pacífico, las organizaciones delictivas ya no se enfocan únicamente en el mercado estadounidense. Los informes de inteligencia señalan que:
- En EE.UU. un kilogramo de cocaína puede alcanzar aproximadamente US 48 000, mientras que en Europa varía entre US 38 000 y US 66 000, dependiendo del país.
- En Asia y Oceanía, los precios se elevan aún más: en algunos casos superan los US 156 000 por kilo.
- La lógica es clara: mayor riesgo, mayor margen de ganancia; por eso muchas rutas se están abriendo hacia nuevos destinos.
2. Nuevas rutas marítimas y terrestres desde Colombia
La presión en las zonas tradicionales obliga a recurrir a corredores alternativos. Los principales cambios incluyen:
2.1 Salida Atlántica vía Venezuela hacia África
- Las rutas parten desde la costa caribeña de Colombia, cruzan hacia puertos como los de La Guaira y Puerto Cabello en Venezuela, desde donde cargamentos se dirigen hacia África occidental (como Guinea‑Bissau, Cabo Verde, Nigeria) y luego hacia Europa.
- Este corredor ha ganado relevancia porque la vigilancia de EE.UU. en el Caribe estrecha las rutas directas hacia Norteamérica.
2.2 Pacífico colombiano como hub hacia Asia-Oceanía
- Puertos como Buenaventura y zonas costeras del Pacífico (como Tumaco) se usan para embarques hacia mercados del este del mundo.
- Embarcaciones menores, contenedores ocultos y rutas aéreas clandestinas complementan la logística ilícita.
2.3 Transporte variado y esquemas de ocultamiento
- Se emplean pistas clandestinas, cargamentos legales como fachada, flotas pesqueras como covers, redes de mensajería internacional.
- La diversificación facilita eludir controles fronterizos, de puertos y marítimos.
3. Precios al alza: lógica de riesgo y ganancia
El aumento de la vigilancia y bloqueo de rutas tradicionales ha tenido impacto en los precios:
- Cuando una ruta se vuelve más difícil o riesgosa, los traficantes trasladan la carga hacia mercados más rentables o destinos donde la competencia sea menor.
- Por ejemplo, la ventaja que representaba Norteamérica como destino empieza a ceder ante los márgenes mayores de Europa, Asia u Oceanía.
- Esto implica que Colombia sigue siendo país de producción clave, pero los “puestos de salida” y los tipos de mercados cambian dinámicamente.
4. Implicaciones para Colombia y la región
4.1 Desafíos para el control estatal
- Cambiar rutas implica nuevas zonas geográficas de influencia para los grupos criminales, muchas veces en áreas remotas o de difícil acceso.
- Los mecanismos de control tradicionales (puertos, rutas marítimas, puntos terrestres fijos) deben adaptarse a esquemas más móviles y ocultos.
- La colaboración internacional es clave: sin alianzas globales la desconexión con mercados lejanos complica las tareas de inteligencia.
4.2 Seguridad y desarrollo territorial
- Áreas productoras de coca como Nariño, Cauca, Sur de Bolívar o Catatumbo siguen siendo nodos de aprovisionamiento.
- Si las rutas se dispersan hacia zonas costeras o selvas, se amplifica el riesgo de expansión criminal en territorios sin presencia estatal fuerte.
4.3 Cambios en la estrategia del narcotráfico
- Ya no se trata solo de “colocar” droga en EE.UU., sino de “exportar” hacia mercados más lejanos, lo cual cambia la naturaleza de la logística y la escala.
- Las organizaciones se tornan más transnacionales, con enlaces en África, Europa y Asia; también aumentan los vínculos con otros delitos (armas, pesca ilegal, lavado).
