“El arte lo llevo en las venas desde que era niño, al igual que la arquitectura. Admiro a la gran cantidad de artistas que hay en Nariño y, partiendo de eso, mi compañera y yo desarrollamos una exposición de arte cada año”, señaló el maestro ipialeño Carlos Efraín Rosero. La exhibición más reciente se denominó Matiz de Relatos y contó con la participación de destacados pintores nariñenses entre ellos Diego Ruano, Álvaro López.
“La inquietud por el arte ha sido constante en mi vida. Mi expresión artística se manifiesta a través de materiales cotidianos en mi trabajo profesional, como la arena, el barro y la piedra. Con estos materiales genero diferentes texturas y formas de expresión, creando así obras de arte que reflejan el río, el paisaje y todo lo que observo en mi entorno. Cada obra mía es una expresión auténtica y única”, explica Rosero al referirse a sus obras.
El amor hacia el arte viene influenciado desde la niñez por su primo Jaime, quien también es artista. Estudiaron juntos durante toda la primaria y, aunque siguieron caminos distintos en la universidad, sus trabajos influyeron en el desarrollo artístico de Carlos Efraín. “Mientras yo estudiaba arquitectura, el arte se convirtió en una forma de expresión que complementa mi vida profesional, elevándome a un nivel espiritual y creativo”, asevera.
Rosero no tiene una cifra exacta del número de obras que ha realizado, pero recuerda muy bien las diversas exposiciones y eventos artísticos en las que ha participado, entre ellas el programa Imagen Regional del Banco de la República y el Salón BAT de Arte Popular.
“Me defino como alguien que busca visibilizar el arte y apoyar a otros artistas que, a menudo, están en el anonimato. Mi enfoque no es solo vender arte, sino también despertar conciencias y generar un impacto”, concluyó.