La seguridad en las cercanías de un colegio en Pasto se ha convertido en una preocupación de primer orden para estudiantes, padres de familia y la comunidad educativa en general. En los últimos meses, la zona ha sido escenario de una serie de robos que han puesto en riesgo la integridad de los estudiantes y han generado un ambiente de temor y ansiedad en el vecindario.
Las denuncias y reportes sobre los robos han sido consistentes, especialmente en los horarios de entrada y salida del colegio, momentos en los que la actividad en las inmediaciones es alta. Según los testimonios de los estudiantes, durante los recreos y al finalizar el día escolar, se observa a varios individuos sospechosos merodeando cerca del colegio. Estos sujetos, procedentes de barrios aledaños como Aranda, Villas del Rosario, Marquetalia y Cementerio, que forman parte de la Comuna Diez, han sido identificados como los principales responsables de los robos en la zona.
Paola Angulo, una residente preocupada, ha sido testigo directo de la situación alarmante. «La situación con respecto a la inseguridad en esta zona está muy complicada. Todos los días se observan presuntos delincuentes merodeando la zona esperando a las indefensas víctimas a la salida de la institución», comentó Angulo. Ella narra cómo los delincuentes se camuflan entre los alrededores del colegio y esperan a que los estudiantes salgan para seguirlos y robarles. «He visto con mis propios ojos cómo los atracadores siguen a los estudiantes varios metros más adelante y les quitan sus maletines y pertenencias. Los más afectados son los pequeños, que son amenazados y despojados de sus cosas», añadió Angulo, visiblemente preocupada.
Inseguridad
Además de los robos, el consumo de sustancias alucinógenas en la zona ha contribuido a crear un ambiente aún más inquietante. Las denuncias señalan que el uso de drogas no solo agrava la inseguridad, sino que también genera un ambiente de desorden y peligro para los residentes y estudiantes. La comunidad ha solicitado una presencia más constante de las autoridades para abordar ambos problemas: el aumento en los robos y el consumo de drogas.
Las peticiones para la intervención de la Policía Nacional son urgentes. Los residentes y miembros de la comunidad educativa piden campañas de prevención contra los hurtos y una mayor vigilancia en las horas críticas alrededor del colegio. «Ojalá la Policía Nacional genere campañas de prevención contra los hurtos en esta zona de la ciudad, especialmente en la salida del colegio. Cuando llega la noche, este sector se convierte en una pesadilla», expresaron con frustración y preocupación. La falta de acción efectiva ha dejado a los padres y a los estudiantes en un estado de constante ansiedad, ya que el entorno educativo, que debería ser un espacio seguro y de aprendizaje, se ha visto comprometido por la delincuencia y el descontrol social. La comunidad espera que las autoridades locales tomen medidas decisivas para mejorar la seguridad en las inmediaciones del Colegio Pedagógico, restaurando así la tranquilidad y garantizando la seguridad de todos los involucrados en la vida educativa y cotidiana del sector.