Las intensas lluvias que han azotado durante los últimos días al Pacífico nariñense deja un panorama desolador en varias regiones del departamento. Municipios como Ricaurte, así como las subregiones del Pie de Monte, Telembí y Pacífico Sur, han resultado gravemente afectados por los deslizamientos, inundaciones y daños en infraestructura.
El alcalde de Ricaurte, Ricardo Benavides, confirmó que la situación en su municipio es crítica. “Tenemos viviendas afectadas por deslizamientos, daños estructurales en instituciones educativas y serios problemas de movilidad”, manifestó el mandatario, visiblemente preocupado.
Evaluación
Uno de los puntos más críticos señalados por Benavides es el puente de Palpis, estructura clave que conecta la vía nacional. Su deterioro ha generado un cierre total del paso hacia zonas estratégicas del municipio. “Estamos coordinando las ayudas, pero necesitamos la presencia urgente del Gobierno Nacional”, aseguró.
El burgomaestre también resaltó la importancia de la visita de María del Pilar Cerón Benavides, directora territorial del Instituto Nacional de Vías (INVIAS), para que evalúe directamente los daños y la magnitud de la emergencia.
Por su parte, la Dirección Administrativa de Gestión del Riesgo de Nariño confirmó un aumento considerable de las lluvias en la región. Jorge Tovar, profesional de la entidad, alertó sobre la gravedad de los fenómenos naturales.
Enfrentar
“En la subregión de Pie de Monte, Telembí y Pacífico Sur se han registrado deslizamientos y avenidas torrenciales. Desde Ricaurte la coordinadora de Gestión del Riesgo, Marcela Rúales, nos informó que se ha presentado un cierre total de la vía al mar a raíz de la emergencia invernal”, explicó.
Las familias afectadas claman ayuda inmediata. Aseguran que no permitirán el paso vehicular hasta que existan compromisos serios y soluciones reales. Según indicó el alcalde, muchas de ellas requieren ser reubicadas, pero el municipio no cuenta con los recursos suficientes para enfrentar la emergencia. Además, las vías rurales, como la Ospina Pérez, están completamente averiadas, aislando a comunidades enteras.
Las autoridades locales y regionales hacen un llamado urgente al Gobierno Nacional y a los organismos de socorro para enviar asistencia humanitaria, maquinaria amarilla y equipos técnicos que permitan evaluar los daños y restaurar la conectividad en estas zonas.
El invierno no da tregua y las comunidades del Pacífico nariñense siguen en vilo ante nuevas precipitaciones que podrían agravar aún más la situación. El llamado a la acción es urgente: miles de personas esperan una respuesta.