Sin la participación de Fenalco se celebró la sesión de apertura de conversaciones para definir el salario mínimo para el año próximo.
Luego de una reunión de unas cuatro horas, la mesa tripartita, conoció algunos de los indicadores claves presentados por el Dane, y la tarea será definir cuál es el dato de productividad laboral con que se completará el análisis para definir el porcentaje que se aplicará.
Inicialmente, se pactó que el 9 de diciembre las partes oficialicen en la mesa los porcentajes que, desde su óptica, serían los más apropiados para el reajuste salarial.
El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, advirtió que la discusión del salario mínimo para 2026 debe darse sin especulaciones, con rigor técnico y con la voluntad de alcanzar un consenso antes del 15 de diciembre a las 11:59 p. m., el plazo legal para anunciar un acuerdo.
Confirmó que la Comisión quedó formalmente instalada bajo los lineamientos de la Ley 278 de 1996 y que desde ayer empezó la revisión del factor de productividad, una de las variables clave para definir el incremento del salario mínimo.
“El salario mínimo es vital para 12 millones de trabajadores. Impacta directamente su vida, su mínimo vital y la justicia laboral”, insistió Sanguino, quien defendió los aumentos aplicados durante el actual gobierno.
Según dijo, el incremento real de los últimos años supera el 17%, mientras que el aumento nominal acumulado ronda el 37,6%, resultados que, según el ministro, han impulsado el crecimiento económico, reducido el desempleo al 8,2% (la tasa más baja del siglo) y fortalecido los ingresos reales gracias a la inflación controlada.

